lunes, julio 31, 2006

Caligrafía

Porque a veces el ordenador resulta muy frío...

viernes, julio 28, 2006

El regreso del verano

Bueno, pues ya estamos por aquí de nuevo... Después de ocho días en el levante español, ayer volvimos a Zaragoza tras 500 km y cinco horas de viaje sin aire acondicionado (porque el coche decidió rebelarse estos días, como los trabajadores del aeropuerto del Prat hoy: tuvimos un pinchazo por una esquirla de metal, se estropeó el climatizador... En fin, nada que no se pueda solucionar con un parche o con unas ventanillas bajadas, aunque casi acabamos sordos por la autovía... jajaja)
Toda esta semana ha sido de lo más tranquila: nos hemos limitado a pasear por el puerto, disfrutar del paisaje (y del apartamento), comer, dormir, ver la tele, reírnos de los guiris de color rosa, hacernos fotos... Aunque sobre todo hemos dedicado la mayor parte del tiempo a tomar el sol y a refrescarnos en el agua. Como hacía un calor húmedo bastante incómodo, pasábamos casi todo el día en la piscina de la urbanización, que es enorme y además no había casi nadie.
Yo tenía el claro objetivo de ponerme tan moreno como la vieja de Algo pasa con Mary ( ¿os acordáis? esa que tenía las tetas chuchurrías y que se comía un Banana Split después de cada polvete... Que digo yo que no se echaría muchos, porque estaba más delgada que un palo la pobre) y yo creo que casi lo he conseguido; ya no tengo el color blanco pocho tan típico en fechas de examen...
Como la piscina estaba genial sólo hemos ido un par de días a la playa, porque había que coger el coche cinco minutos y estábamos de lo más perezoso (hemos sido tan vagos que ni siquiera hemos estrenado la pista de paddle ni la sauna... En fin, lo dejaremos para próximos veranos)
Y bueno, qué más contaros... que el pueblecito es muy chulo, que hay unas casas impresionantes (vendían alguna villa de cuatro millones de euros) y que estos días me han servido para coger fuerzas para empezar a preparar los exámenes de septiembre con tranquilidad.
Y poco más, sólo deciros que ya tenía ganitas de saber de vosotros, así que ahora empezaré a inspeccionar vuestros blogs para ver qué ha sido de vuestra vida todos estos días.
Os pongo unas fotitos, a ver si os gustan:
En la primera estoy yo en el puerto. Detrás mío hay unas señoras centenarias y la playa de piedra jejeje
La segunda es una vista de Jávea desde uno de los montes que hay alrededor (donde están todos los chalets grandes y tal)
El tercero soy yo un día de playa, con pelos de loco y cegado por el sol jajaja
La cuarta es una foto del apartamento por fuera. En ese jardín estaba la piscina, el jacuzzi y todo eso.
Y en la última estoy yo (mirando a no sé dónde, la verdad jaja) con el mar de fondo.

Venga, un besote, que ya he vuelto!













































viernes, julio 14, 2006

Diamantes de agua

Tumbado en mi hamaca, jugando con la arena entre los dedos y aturdido tras largas horas de sol, veo cómo tu torso estrellado de gotas de agua sale dèl mar, regresa a la orilla y vuelve a descansar a mi lado.
Hueles a verano, a coco bronceador, y durante unos instantes te observo respirar, elevándose rítmicamente tu pecho, húmedo, que brilla como salpicado por cientos de cristales de Swarovski.
Al cabo de unos minutos, esos pequeños reflejos que recorrían tu cuerpo cual diamantes han desaparecido con el calor, dejando tras de sí un tímido rastro de sal.
Y entonces empiezo a pensar en los auténticos diamantes. Esos que, dicen, son para toda la vida. Esos que caminan por las mismas calles que nosotros, entran a las mismas cafeterías y toman el sol en las mismas playas. Esos que, a veces, nos resultan tan difíciles de distinguir de los cristales de bisutería, o de las simples gotas de agua.
El mundo está lleno de diamantes. A por ellos.