miércoles, septiembre 22, 2010

Maquillaje

Sí, es cierto: a veces maquillo un poco la realidad, lo reconozco. Y es que prefiero pensar que no volvimos a vernos porque tu velero naufragó este verano en mitad del océano, y que conseguiste llegar milagrosamente a un islote donde sobrevives comiendo bayas y lamiendo el musgo de las rocas mientras esperas que alguien vaya a rescatarte. O que tu trabajo como agente doble secreto (que tratabas de ocultarme aunque yo me diera cuenta) hizo que te marcharas a algún lejano país de Oriente sin posibilidad de despedirte de mí. Ya se sabe lo complicado que es el espionaje internacional... O eso, o que te cayó un meteorito en la cabeza mientras paseabas al perro por el parque y te fulminó al instante, eliminando cualquier rastro biológico que pudiera desvelar tu paradero. Algo bonito, sabes? Porque prefiero creer eso a tener que asumir que dejaste de llamarme porque ya no me querías.