lunes, diciembre 31, 2007

Dos mil ocho

miércoles, diciembre 12, 2007

Contabilidad

Mañana tengo el primer examen del año, por lo que llevo dos semanas tratando de estudiar para parecer todo un experto en la contabilidad de las Administraciones Públicas de este país. Los apuntes se han convertido en una extensión de mi cuerpo: voy con ellos de la cama al sofá, del sofá a la mesa y vuelta a la cama otra vez. Arrugo el Plan de Cuentas durmiéndome encima, y sueño con documentos de autorización, expedientes de inversión o anticipos de crédito.
La Contabilidad Pública deja poco espacio a la imaginación, es fría y no entiende de sentimientos. A través de ella puedes cuadrar asientos pero no puedes hablar del amor, ni de las tardes de sol ni de los helados de limón. Ni de ti ni de mí. Ni tan siquiera saber si la persona que elaboró ese aburrido Presupuesto de Gastos tenía un buen día o si por el contrario echaba a alguien, o a algo, de menos.
Creo que ser contable no es lo mío. ¿Pero qué es entonces?


miércoles, diciembre 05, 2007

Desnudo


Quítate toda la ropa.
Pero déjate el corazón.

domingo, diciembre 02, 2007

Madrid

Son las cuatro de la mañana y ahora termino de doblar la última camisa y meterla en la maleta. Creo que no me dejo nada: llevo ropa, currículum, expediente, llaves, dinero, los billetes, planos...
El lunes tengo una entrevista de trabajo en Madrid para una de las mejores firmas de consultoría, que no sé como resultará, y mi tren sale dentro de cinco horas.
Y me da miedo.
Miedo a encontrarme un Madrid distinto, a que me falten olores y eche de menos la literatura. La literatura y los besos.
Miedo a volver a los mismos lugares en que estuvimos. O en que deberíamos haber estado.
Miedo a tener que crecer.
Y miedo a sentirme pequeño en una ciudad tan grande.