miércoles, agosto 27, 2008

Pánico


Si estoy aquí encerrado tras la puerta del baño y pulsando el botón de pánico no es porque una banda de albano-kosovares haya alunizado contra el cristal de la oficina y traten de cortarme los dedos para que les entregue lo que buscan, señorita. Es por algo completamente distinto: hace tiempo que las cosas no funcionan y no sé qué decir ni qué hacer. Últimamente todo está cambiando, mi vida a partir de septiembre es un gran interrogante, mantengo una relación con alguien que por momentos no me soporta y veo demasiado cerca un mercado laboral que probablemente me comerá sin pestañear. Por ahora, me marchito impecablemente vestido en una sucursal cualquiera de un banco cualquiera, y la corbata me recuerda todas las mañanas de ocho a tres que ya no me noto respirar.
Simplemente era eso, señorita. No hace falta que mande una patrulla de la policía ni nada parecido. Muchas gracias por su atención.