martes, febrero 28, 2006

Shine

Hay personas que son capaces de contar grandes historias en poco más de tres minutos... Hay un video (y una canción) que me encantan, así que he decidido dedicarles este post. La canción se llama Bad Day, y su autor es Daniel Powter (he puesto un link al vídeo debajo del todo para que lo veáis, porque si no el post no se entendería mucho... os lo recomiendo)
Creo que el sentimiento que aparece en el vídeo es completamente universal, todos en alguna ocasión nos hemos sentido solos, perdidos, anhelando algo que nos falta y que no sabemos exactamente lo que es, pero que estamos seguros que cuando llegue no lo dejaremos escapar...

Seis y media de la mañana. Suena el maldito despertador, la luz comienza a entrar por la ventana y yo daría lo que fuera por no tener que levantarme de la cama... Simplemente taparía mi cabeza con el edredón, y dejaría que pasara el día entero conmigo metido dentro de mi improvisado búnker...
A regañadientes me levanto, y comienzo a prepararme para afrontar el día: me quito las legañas y me lavo la cara con agua bien fría, "a ver si me espabilo de una vez", como me dicen últimamente mis amigos.
Tengo que afeitarme, pero no me apetece mirarme al espejo, porque sé que me descubriré poniendo esa cara de reproche hacia mí mismo que tan vista tengo ya...
Debería tapar esas ojeras. Sí, ciertamente hoy no estoy bien...
Mientras termino de vestirme me siento lento, pesado. Mis movimientos son pausados, como a cámara lenta... Denotan una gran falta de interés, pero es que ciertamente no me importan demasiado las tonterías que estoy haciendo. Me tomo un café solo, y me marcho a trabajar.
Dios, hoy hace más frío todavía que ayer... como siga así, este fin de semana nevará, y no tendré a quien tirarle una bola de nieve, y que me la devuelva, y a quien yo persiga entonces y terminemos en el suelo riendo y mojados hasta las cejas... En fin, me bajo al metro o llegaré tarde.
¿Por qué no dejo de ver parejas? No puedo evitar mirar a ese par de ancianitos cogidos de la mano, o captar furtivamente esas miradas cómplices que el chico del asiento de enfrente le dedica a su compañera...
Creo que estoy demasiado solo en una ciudad tan grande como esta, y me siento pequeño, vulnerable...
Ocho horas de trabajo por delante y miles de papeles pendientes que desbordan mi mesa. Bronca con el jefe. Él se creerá que es un directivo exigente, pero hablando claro es un hijo de puta. Si no, que le pregunten a cualquiera de su alrededor...
Levanto la cabeza con los ojos cerrados y trato de aspirar una bocanada de oxígeno. Abro los ojos y no veo un cielo azul y abierto, sino dos fluorescentes y las salidas de aire acondicionado.
Bajo la vista y continúo mirando a la pantalla del ordenador en mi habitual estado de latencia.
Tengo un mal día, otro de tantos... ¿Cuántos van ya? Mejor no hacerme esa clase de preguntas...
Ya es de noche, vuelvo a la parada del metro y algo me llama la atención... Alguien ha pintado sobre ese bonito anuncio (sí, ese de un refresco en el que te dice un claro mensaje: "Shine", o "Brilla" ) un nubarrón y ahora mismo está lloviendo sobre la chica que tiene la lata en la mano... Está claro que el improvisado grafitero no ha tenido tampoco un día "brillante"...
Pues mira, yo le voy a llevar la contraria (qué cabezudo he sido siempre) : saco mi rotulador y le dibujo a la pobre chica un paraguas ( ¿no voy a dejarla mojarse toda la noche, no? Que uno no tiene un buen día pero tiene su corazoncito...)
Al día siguiente vuelvo a la estación, y cuál es mi sorpresa al descubrir un nuevo dibujo...
El dibujante callejero sigue empeñado en que la chica se moje, por lo que ha aparecido en el cartel un taxi pintado con todas las intenciones de mojarla al pasar por encima de un charco...
¡Pues no le voy a dejar salirse con la suya, ahora mismo dibujo a un hombre, elegante y bien vestido, entre la chica y el charco! Y...¿Por qué no? Voy a dibujar también un interrogante lleno de intenciones: quiero saber quién es el improvisado artista que está haciéndo que me ilusione cada vez que bajo al metro...
Por la noche no puedo dormir... ¿Con qué me toparé mañana cuando me acerque al cartel? Jamás un anuncio publicitario me había provocado tanta excitación...
¿Quien serás, misterioso artista? Te admiro, porque tuviste el valor de expresar y mostrar las nubes de tu corazón en un lugar que estaría expuesto a miles de personas... ( ¡mira, un poco como un blog!, ya tenemos algo en común...)
Me levanto más temprano que de costumbre, nervioso, y a los pocos minutos estoy camino de la estación... Cuando llego no puedo evitar quedarme con cara de auténtico tontorrón al mirar el cartel: ¡Has tranformado con la magia de tu rotulador mi interrogante en un corazón!
Paso todo el día pensando, montándome mi historia en la cabeza (una historia que posiblemente no tenga ningún sentido, ningún principio ni ningún final, pero que es mi historia al fin y al cabo)
Y por la noche, al salir del trabajo, la calle está vacía y solo hay una persona al otro lado de la acera, y presiento que probablemente seas tú.
Está lloviendo a cántaros, y me acerco por tu espalda y te cubro con mi paraguas para evitar que te mojes... Y entonces tú te das la vuelta. Y me miras. Y te miro. Y pasa un taxi a nuestro lado, y probablemente nos moja. Y sonreímos. Y entonces percibo ese Shine que tanto anhelaba, el brillo de tus ojos...



P.D: Link al vídeo:

http://www.virgin.net/music/musicvideos/danielpowter_badday_hi.html

domingo, febrero 26, 2006

Mundo animal

Alguien me dijo una vez que desconfiara de las personas a las que no les gustaran los animales, porque probablemente no tuvieran demasiado buen fondo, y creo que ese alguien tenía toda la razón...
Con esto no me refiero a toda la gente que no tiene animales en su propia casa (porque no les dejan tenerlos, o les tienen alergia, o no les pueden dedicar el tiempo suficiente, o simplemente no les parece higiénico tenerlos en un piso...), sino a aquellas personas que no muestran ningún cariño o aprecio hacia los "bichos" en general.
Esta teoría no está científicamente demostrada, por lo que podría tener numerosos fallos (quizá exista alguna bellísima persona con el resto de su especie, pero que después caze linces furtivamente, o grabe en vídeo las matanzas de focas como un bonito recuerdo, aunque lo dudo tanto...)
Yo tengo dos perros, uno en casa de mi madre y otro en la casa de mi padre, y me parecen los "seres" (no sé como llamarlos) más inteligentes y agradecidos del mundo: son los que primero vienen a saludarte cuando llegas a casa, los que más se alegran en cuanto les dices cualquier tontería, y los que siguen yendo a buscar la pelota cuando ya se la has lanzado cuarenta veces...
Uno de ellos es un golden retrièver, y se llama Golden (abstenerse comentarios sobre la originalidad durante el bautizo... jajaja), y el otro es un teckel, y se llama Gus (de Gusanito, porque es un bicho alargadísimo)
Golden es más mayor, lleva con nosotros unos seis o siete años, así que es mucho más tranquilo que el otro. Es un buenazas, creo que es el "ser" con menos maldad que he visto en toda mi vida...
Gus es un recién llegado, lo tenemos desde septiembre... Llegó siendo un canijo, y en parte sigue siéndolo porque es una raza bastante pequeña, ¡pero es para comérselo! Tendríais que ver como mueve el culo cuando anda... es supergracioso. Y lo que más le gusta es estar tumbado boca arriba, se podría pasar la vida entera así jaja
Bueno, os pongo unas fotillos para que los veáis!
En las dos primeras sale Gus de cachorrito total, en una está abriendo las bolsas de la compra, y en la otra sale con cara de pena (le encanta ponerla) conmigo de fondo, en plan veraniego-marinero jeje
Las otras dos son de Golden, como habréis podido imaginar... En una está con su juguete preferido, una botella de agua vacía (le gusta muchísimo más que cualquier juguete específico para perros, es de gustos sencillos...) y en la otra está en el parque, secándose después del baño.
¡Un besote a todos, espero que os gusten!







jueves, febrero 23, 2006

Mi sitio, el tuyo, el vuestro...

Nos pasamos la vida entera buscando nuestro sitio, tratando de encontrar ese rinconcito del mundo en el que nos quieran, y en el que podamos querer y sentirnos protegidos, aceptados...
Hay ocasiones en las que creemos encontrar ese anhelado lugar, pero muchas veces resulta ser tan sólo un espejismo que termina rompiéndose en mil pedazos.
Pasamos por la vida de muchas personas de forma transitoria, tangente, fugaz, y todo lo que una vez ocupó tus días, tus noches, tus pensamientos, desaparece sin más, se transforma...
Poco a poco he ido descubriendo que existe un sentimiento mucho más generalizado de lo que en principio se pudiera pensar, y que consiste en creer que todo el mundo de nuestro entorno ha encontrado su sitio, que han ido ocupando las parcelas en su propia vida y en las de los demás, menos nosotros.
Pero después hablas con muchos de aquellos que considerabas bien "situados", y descubres que ellos se sienten tan perdidos y desorientados como tú, y que pensaban que tú también eras de los que habían encontrado su "sitio"...
¿Dónde estará nuestro sitio? ¿Cuándo lo encontraremos? ¿Y si alguna vez lo tuvimos y lo dejamos pasar? ¿Y si lo tenemos en este mismo momento y no nos damos cuenta? ¿Y si no existe? ¿Y si realmente no tiene importancia?
Cuánta pregunta, cuánta desubicación...

miércoles, febrero 22, 2006

Si tú quieres

Si quieres quítate esa máscara y deja de hacerme creer que todo va bien. Si quieres muéstrate ante mis ojos en tu vulnerabilidad, en tu frágil belleza. Si quieres cógete de mi mano y juntos trataremos de encontrar el camino de vuelta a casa. Si quieres agárrate fuerte a mí para no caer de nuevo. Y si finalmente caes, entonces caeré contigo. Caeremos los dos, pero sólo si tú quieres...

martes, febrero 21, 2006

Instantes

Lo prometido es deuda... así que aquí están algunos de los momentazos del fin de semana!
El pelo la verdad es que no se ve mucho en las fotos, en algunas parece que lo lleve muy corto, y en otras no, depende del lado en que me cogieran jajaja
Por cierto, debo decir que no soy en absoluto fotogénico, pero bueno... que cada uno juzgue por sí mismo! (Si pinchas en las imágenes creo que se ven más grandes)
P.D: No he conseguido que se vean dos fotos en la misma línea, así que ha quedado un post superlargo jajajaja
¡Besos!









lunes, febrero 20, 2006

Madrid Connection

Bueno, pues ya estamos de vuelta por aquí mi maleta y yo...
El fin de semana ha estado bastante bien, me hacía falta cambiar de aires (aunque fuera por tan poco tiempo) y así desconectar un poco de mi pequeño mundo de los últimos meses, de los mismos sitios, gente, horarios...
El finde ha tenido sus cosas buenas y sus cosas un poco más regulares (como la vida misma) pero bueno, me quedo con la parte positiva que es la que más me interesa.
Llegamos a Madrid el viernes por la noche, después del palizón de viaje en autobús, y como era bastante tarde y estábamos cansados, cogimos un taxi hacia Nuevos Ministerios, improvisamos una cenita por casa y después a la cama.
Al día siguiente ya nos acomodamos un poco más en el apartamento (un micropiso de 29 metros de mi padre en pleno centro, que nos sirvió de base estratégica para nuestras "misiones" por la capital jaja)
Llenamos la nevera de comida, y luego nos fuimos en plan turístico por la ciudad. Entre otras cosas hicimos un montón de fotos, así que cuando estén en mis manos (el miércoles o así) ya colgaré alguna por aquí...
Ya por la tarde nos fuimos al teatro (el eje central del finde). Fuimos a ver la obra que dirige Isabel Coixet en el Teatro Fígaro, 84 Chaning Cross Road.
Qué decir de aquello... un lujo, simplemente impresionante. Un único escenario, dos actores como la copa de un pino, y hora y media repleta de sentimientos a flor de piel... Os la recomiendo. Consiguió ponerme la piel de gallina y me dió mucho que pensar, así que por mi parte tiene un post asegurado...
Después cenamos en plan baratillo (cosas del presupuesto, habrá que dejar el Gula Gula para próximas visitas), y nos fuimos a tomar algo por Chueca.
Primero estuvimos en plan tranquilo en el café Acuarela. Me gustó bastante la decoración en plan antiguo, y el altar con el angelote macizo jajaja. Y nada, nos tomamos unos tés y cafés con leche y después buscamos algo más movido....
Llegamos a un bar bastante horrendo lleno de una fauna y flora de lo más variada. Como no triunfaba mucho el local nos terminamos la copa y nos marchamos al Liquid, que me había recomendado un amigo y que, por cierto, acertó de pleno (nada más entrar subidón con la Terremoto de Alcorcón, no me esperaba escucharla en un sitio así jajaja)
Unas cuantas copas y botellines después, el bar se puso hasta las tetas (muy lleno) y como estábamos un poquito cansados de empujones y miradas nos fuimos a buscar algún otro garito... Acabamos en el Noche y Día, creo que se llamaba, que estaba llenísimo de tías, y nosotros jajaja. Nos lo pasamos bien, pero nos volvimos pronto porque hubo algún que otro mal rollo (en el que no estuve implicado), y que se queda como una anécdota sin importancia.
Y el domingo... pues no hicimos gran cosa porque nos levantamos bastante tarde y espesos... Así que a recoger el piso y a marcharse a la estación en metro con la Samsonite (cómo pesa la cabrona de ella...)
Y nada, aquí estoy, con cero euros en la cartera, y haciéndome a la idea de que empiezan las clases... pero "que me quiten lo bailao" jajaja
¡Besos a todos!

viernes, febrero 17, 2006

Cosas que odio

Hay determinadas cosas, que aunque parezcan muy tontas, consiguen ponerme de mal humor (pero sólo temporalmente, porque en el fondo soy un cacho de pan...)
_ Los despertadores, en todas sus variantes. Su esperanza de vida en mis manos suele ser muy breve, tarde o temprano acabo vengándome de ellos.
_ Mojarme las mangas cuando me lavo las manos, y después notar durante dos horas la humedad en las muñecas.
_ Perder el autobús por cinco milésimas de segundo, y entonces pensar que habría llegado si no hubiera perdido tres veces el móvil y las llaves antes de salir de casa...
_ Pensar que llego tarde y después estar esperando veinte minutos...
_ Romper mi reloj al pegarle a la máquina de la facultad para que me dé mi Kit-Kat, o que al menos me devuelva mi dinero...
_ Dejarme la bufanda olvidada en cualquier sitio absurdo
_ Mancharme la ropa justo cuando iba a salir de casa
_ Despertarme con la oreja pegada a la cara (cómo duele...)
_ Pensar todo el día que es viernes, y que alguien te diga que no te flipes, que todavía estamos a jueves (o miércoles, peor aún)
_ Llamar por teléfono a tu mejor amiga, que cuando te contesten pienses que es ella, y sueltes alguna bastardada, y entonces su madre te diga: "Un momento, ahora se pone..."
_ Comprarte algo de ropa, y que cuando te la pruebes delante del espejo de tu cuarto descubras que te queda horrible
_ El grano traicionero que aparece en la frente siempre que tienes algo importante que hacer con mucha gente (véase bodas, cenas de navidad...)
_ Salir de casa y a los cinco minutos tener una necesidad imperiosa de hacer pis.
_ Pedir un cortado en cualquier cafetería, que te lo sirvan a trescientos grados, y te quemes el esófago o te pegues tres cuartos de hora mirándolo...

La lista podría extenderse hasta el infinito, pero mejor la dejo aquí...
Y a vosotros... ¿qué es lo que realmente os saca de vuestras casillas? ¿Qué pequeñas cosas hacen que se os lleven los demonios y saquéis el monstruo que lleváis dentro?
¡Besos de odio! jajaja

miércoles, febrero 15, 2006

Rosas, cervezas y carcajadas

Acabo de llegar a casa después de dos días sin parar quieto... Y estoy cansado pero feliz.
Ya ha pasado el día de San Valentín, y el recuerdo que me queda no podría ser más dulce, ha tenido todo lo que le podía pedir...
Por la mañana madrugué para ir a cortarme el pelo (mi peluquera es como mi hermana mayor, me conoce desde los 10 años y se sabe toda mi vida), nos tomamos un café y decidí arriesgarme y cambiar un poco de imagen... La verdad es que el resultado me encanta: me he hecho un corte asimétrico, con uno de los lados muy muy corto, y el otro lado todo desfilado hacia delante... La parte de arriba tiene una parte echada hacia un lado, y el resto hacia arriba... y después en la parte de detrás de la cabeza una zona está muy corta también, como en diagonal, y el resto todo desfilado...
Después fuí a ponerme un poco morenito (no iba a rayos desde hace un año, y la mujer que trabaja allí me cae genial), y luego cogí el bus para ir a casa de mi novio...
Allí preparé la comida, algo sencillito, que con tanta cosa no me daba tiempo... Esperé a que volviera de trabajar, y cuando entró por la puerta se encontró en la entrada con una rosa que le había comprado un rato antes (no es muy original, la verdad, pero me pareció un detalle bonito y no se me ocurría nada más...)
Bueno, pues un par de horas más tarde me pasé por la facultad para saludar a dos amigas que salían de un examen (el último que tenían).
Nos fuimos a tomar algo, y poco a poco se nos fueron uniendo más amigos... Empezamos a sacar cañas, cañas con limón, tubos, jarras, algún que otro white label... (en plan desayuno con María Jiménez total).
Como ví que la cosa se iba a alargar bastante, llamé a casa para decirles que no me esperaran levantados...
Y qué mas decir, pues que las carcajadas y las tonterías fueron en aumento, a la misma velocidad que el nivel de alcohol en sangre...
Al cabo de un rato nos fuimos a cenar (por tener algo sólido en el estómago, que si no...) Fui el encargado de elegir el sitio, y no es por ser petardo, pero acerté de pleno: la cena estuvo genial, nos atendieron superrápido y además salió barato...
Y nada, después de vuelta a los bares. Cuando ya cerraron todo (es lo que tienen los martes...) nos fuimos al piso de estudiantes de dos amigos, y allí seguimos la fiesta: más alcohol, risas, fotos, confesiones y música de Carla Bruni, Madonna y Cardigans, ¿qué más se puede decir?
Y así hasta las cinco de la mañana, que llegué a casa peor que Ortega Cano en la boda de Rociíto...
No sé como lo hago, pero todos mis San Valentines terminan convirtiéndose en San Ballantines tremendos...
Besos desde la resaca!

lunes, febrero 13, 2006

Tiempo para mí

Terminan los exámenes, y con ellos las semanas de nervios, madrugones, noches sin dormir, repasos de última hora, chuletas, tensiones al mirar los tablones con las notas...
Todavía casi ni me lo creo, es como si me hubiera quitado una losa de mil kilos de encima que no me dejaba descansar....
Pues eso, que se acaban estas fechas tan temidas y me queda un ligero sabor agridulce: por un lado estoy contento, porque las asignaturas a las que me he presentado las he sacado bastante bien (tengo hasta un 9'6 en dirección financiera...), pero por otro lado sé que podía haber hecho bastante más... Pero bueno, no me quejo porque el balance no es malo, ya me "entretendré" para septiembre.... jajaja
Ahora tengo una semana de vacaciones, para hacer todas esas cosas tan "normales" que tanto echaba de menos: por fin podré levantarme a las doce sin remordimientos de conciencia, y ver la tele hasta las mil, y cortarme el pelo (a ver qué me hago mañana, o más bien qué me hacen, ya os contaré), y ponerme morenito, y comprar los cuatro billetes para ese viaje a Madrid que tanta ilusión me (nos) hace... También tendremos que decidir la obra de teatro que iremos a ver, y de paso ir de compras a ver si estreno algo el fin de semana...
¡Cuántas cosas! Si casi voy a ir más estresado que estas últimas semanas... jajaja Es que no sé cómo me las arreglo pero al final nunca paro quieto...
Y mañana San Valentín, y yo sin comprar nada... ¿se os ocurre algo?
Y vosotros qué, ¿tenéis plan romántico/graciosete para mañana? A mí siempre ha coincidido que me lo he pasado en grande los 14 de febrero, pero con amigos en planes improvisados y tontísimos...
¡Besos liberados!

domingo, febrero 12, 2006

Superar barreras

Siempre he pensado que debemos estar abiertos al amor.
Que a pesar de las malas experiencias vividas hay que seguir creyendo en la gente y en nosotros mismos.
Que en cualquier momento puede aparecer esa persona que nos complemente, que nos prepare una tostada mientras dormimos, y que finalmente nos haga despertar y sentirnos vivos .
Que cuando ese amor llegue probablemente no será todo de color rosa.
Que habrá que ser fuertes para superar las difíciles barreras con que nos iremos topando de frente...
Que con esfuerzo y tesón derrumbaremos muros como la diferencia de edad, los abismos culturales, o la estúpida incomprensión de la sociedad...
Que, como todo en esta vida, nos costará sudor y lágrimas, pero... ¿alguien dijo que fuera fácil?
Que el amor puede llegar con quince años o con setenta y tres (sí, yaya, creételo) y que, sobre todo, nunca es tarde para tratar de ser felices. Así que iróslo metiendo en la cabeza.

sábado, febrero 11, 2006

Hogares a tiempo parcial

¿No habéis tenido nunca la sensación de no estar viviendo en un único sitio fijo?
A mí me ocurre a temporadas, porque últimamente vivo a caballo entre la casa de mi madre y el apartamento de mi novio...
La verdad es que es una sensación extraña y a veces cabreante:
Vas a arreglarte, ¿y dónde está la camisa de rayas nueva? (sí, esa que te quedaría estupenda para esta noche con los zapatos marrones y el vaquero oscuro...) Pues seguramente te la dejaras colgada en el armario de la otra casa...
¿Y el tema 4 de dirección financiera? Joeee, precisamente hoy que tenías intención de estudiartelo (después de seis meses acumulando polvo encima del escritorio...)
¿Y la gomina Ultra Wet Max Shine Gay Fix con la que pretendías ponerte unos pelos que ni Llongueras? Pues encima del lavabo de la otra casa...
Y claro, vete a buscarla, y pégate cuarenta minutos yendo y viniendo en el autobús... (porque ese día además fijo que no tienes el coche disponible)
Así que al final decides salir de tu casa (de una de ellas, la que te toque ese día...) en plan natural, con tu remolino detrás de la cabeza, con una camisa que no pega y sin saber de qué iba el dichoso tema cuatro...

viernes, febrero 10, 2006

Defectos, amor y paciencia

Tengo que confesarte que ya no te quiero como el primer día. En estos dos años he ido descubriendo poco a poco todos tus defectos...
Ahora ya sé que te encanta dejar el bote de champú abierto, que roncas como un oso, y que inevitablemente nos pelearemos en la cola del cine por decidir la película que iremos a ver (tú empeñado en ver siempre esas de catastrofes naturales, y yo en mis trece de salir llorando de la sala con mis películas "amargantes", como tú dices...)
También sé que te comerás todos los yogures que supuestamente sólo me gustan a mí, que los domingos te empeñarás en que vayamos a comer con tus cientos de sobrinos y que, cuando yo tenga ganas de salir el fin de semana, tú ya estarás dormido...
Por todo ello ya no te quiero como al principio, como cuando nos conocimos.
Te quiero muchísimo más, con las dosis de paciencia que ello conlleva...

jueves, febrero 09, 2006

Ilusionarse

Una de las mayores virtudes que, al menos para mí, puede tener una persona es la capacidad de ilusionarse.
No importa que tenga veinte, treinta, cuarenta o doscientos años... Lo que realmente le aporta a una persona la juventud, la energía para afrontar la vida, es su capacidad de seguir ilusionándose por todo lo que le rodea.
Es ese tipo de ilusión de cuando éramos pequeños, que nos llenaba el pecho y nos hacía sonreír de oreja a oreja. Esa capacidad de sorprendernos como el primer día, como la primera vez...
Lo realmente maravilloso de las personas que poseen ese escaso y preciado "don" es que, a pesar de todos los golpes, errores, fracasos y malos momentos que hayan podido sufrir a lo largo de su vida, siguen mostrando el mismo interés, las mismas ganas por descubrir cosas nuevas, y por continuar con aquellas otras que llevan años acompañandoles, sean grandes o pequeñas...
Reconocerás a ese tipo de personas por el brillo de sus ojos con cada pequeño detalle, por su entusiasmo a la hora de emprender nuevas aventuras y, si te fijas bien, por la luz que desprenden al entrar a cualquier lugar...

Y a vosotros, ¿qué es lo que os hace ilusionaros de verdad?
Envía ILUSIÓN al 5505 o escribe lo que quieras en un comentario!

miércoles, febrero 08, 2006

Días sinceros

Una mañana, cuando despertemos, todo será diferente. Al principio no nos daremos cuenta de lo que ocurre, pero notaremos algo extraño cuando bajemos a la calle y la vecina vieja del tercero nos diga que nos odia a muerte por la fiesta que hicimos el sábado, y que desea que nos salga un quiste en los testículos o algo peor.
Después nos cruzaremos al portero, y en vez de responder a nuestro "buenos días" de toda la vida, nos dirá que ese pantalón vaquero nuevo nos hace un culo sensacional, y que ya le gustaría a él tocarlo.
Confusos (y un poco aterrorizados), nos dirigiremos a la cafetería de siempre a desayunar un café con leche con tres de sacarina y un donut. Cuando lo pidamos, el camarero nos dirá que a qué fin le pedimos siempre sacarina, si luego nos metemos entre pecho y espalda el donut, que es un bombazo de calorías. Y que tarde o temprano nos pasará factura.
Cuando terminemos el desayuno, todavía flipando por la salida que acaba de tener el camarero, nos marcharemos a la facultad. Antes de entrar nos encontraremos a un conocido, que nos dirá que qué nos ha ocurrido en el pelo, y que si se nos ha dormido un gato en la cabeza, porque ese peinado no es normal. En fin, sin comentarios...
Empezarán las clases, y uno de nuestros compañeros interrumpirá al profesor y le dirá que no hay nada más desagradable que pasar dos horas seguidas viéndole la cara. El profesor le responderá de la misma forma, la clase continuará y observaremos atónitos la surrealista escena.
En la hora libre uno de nuestros amigos nos dirá que se va a comer por su cuenta, que no le apetece escuchar nuestras gracias de siempre. Entonces le diremos a nuestra amiga Cristina que si tiene frío, porque se le marcan los pezones en la camiseta de una forma brutal, y que tenga cuidado porque igual nos saca un ojo con uno de ellos.
Cuando acabemos la jornada (toda llena de comentarios de ese estilo...) nos dirigiremos a la parada del autobús. Después de un cuarto de hora esperando, subiremos y estará hasta los topes.
Una vez que estemos arriba, una de las viajeras confesará a su marido por teléfono que está harta, que tiene un amante desde hace años y que no piensa volver a casa (y que, por cierto, tendrán que ir pensando en venderla). Nosotros ya no nos sorprenderemos de nada...
Entonces veremos al fondo del bus a ese chico tan guapo que suele volver a su casa a la misma hora que nosotros. Sentiremos la necesidad imperiosa de acercarnos a él, y de decirle que llevamos años observándole, y que ya va siendo hora de pedirle matrimonio. Y él nos responderá que vale, que sí, pero siempre y cuando no nos engordemos con el maldito donut que nos comemos cada mañana...

lunes, febrero 06, 2006

Autoexigencias

Desde pequeño he sido, de alguna manera, mi maestro más crítico, exigente e inflexible. Me he juzgado con mayor dureza de lo que muchas personas pueden llegar a hacerlo con sus mayores enemigos.
Siempre he sentido la necesidad de demostrarme a mí mismo que era una persona "válida", que "merecía la pena" y que tenía "éxito", por llamarlo de alguna manera.
Por ello siempre he intentado ser el mejor en todo lo que me proponía: tenía que tener un expediente brillante, el mejor aspecto posible, la mejor compañía en todo momento...
Sentía la estúpida necesidad de ser envidiado, admirado, deseado... Me hacía sentir mejor conmigo mismo, y buscaba continuamente la aprobación del resto del mundo.
Lo que para otras personas sería algo secundario o simplemente difícil de alcanzar, para mí eran objetivos básicos.
Cosas tan sencillas como salir a la calle sin peinar, o en chándal, eran para mí inconcebibles...
Necesitaba (en contra de la opinión de todo mi entorno) seguir adelgazando más y más (peligrosa espiral). También necesitaba cada vez más ropa, más dinero... relojes de marca, gafas carísimas, cremas... No tenía fin. Era mi manera de crear la coraza que me protegería de todo lo que me hacía daño.
Conforme mi aspecto mejoraba, mi carácter empezaba a agriarse por momentos.
Un día comencé a darme cuenta de que ésa no era forma de vivir, que no aguantaría ese ritmo demasiado tiempo. Estaba demasiado cansado, tanto física como psicológicamente. Progresivamente he ido viendo que la vida no es una evaluación constante, que no pasa absolutamente nada por fallar alguna vez, que todos somos humanos, que tenemos derecho a equivocarnos, que debemos aceptarnos con nuestros propios defectos... Y sobre todo, que muchas veces las imperfecciones son las que hacen realmente bella a una persona, a una vida.

domingo, febrero 05, 2006

Me gusta cuando me pintas de tus colores

Cada vez que te acercas a mí no puedo evitar contagiarme de tu enorme gama de tonalidades. Sin remedio me inundo del profundo azul de tu mirada, de tu violeta nostalgia, de ese irónico amarillo con que te enfrentas al mundo en tus tardes negras...
Cada mañana sueño que tarde o temprano pintarás mi vida con el característico color de tus labios.
Mientras tanto sigo (y seguiré) aquí sentado, imaginando el día en que borres el gris opaco de mis miedos y temores, y aferrándome a esos pequeños destellos verdes que emanan de mi corazón siempre que pasas a mi alrededor...

viernes, febrero 03, 2006

Sólo tal vez

Tal vez tú ni siquiera me has visto.
Tal vez estoy tan cansado porque me cuesta mucho dar el primer paso.
Tal vez por ello te observo en silencio.
Tal vez sigo pensando que un día de repente te darás la vuelta y me llevarás contigo.
Tal vez por eso sigo esperando a que, sólo tal vez, dejes de esconderte detrás de tu ventana...

jueves, febrero 02, 2006

Cambios de perspectiva

Hay ocasiones en las que una única frase puede desmoronar todos los planteamientos e ideas que tenías hasta ese mismo momento.
Un comentario en apariencia simple puede esconder tras de sí una gran verdad, una forma totalmente distinta y nueva de ver las cosas.
Son esas ideas que enriquecen y completan tus puntos de vista, y que cambian la perspectiva de una realidad, grande o pequeña, que hasta ese instante percibías.

Hay una canción muy importante para mí. Llegó a mi vida hace ya bastante tiempo, en una de esas temporadas que se pueden considerar malas o muy malas. Esas temporadas en las que no comes, ni ríes, ni duermes. Tan sólo piensas. Son esas temporadas, en las que, como dice la canción, eres el invierno contra la primavera de tu alrededor.
Desde entonces esa canción me ha acompañado, ha crecido conmigo, ha visto cómo he evolucionado y cómo las cosas poquito a poco han ido cambiando a mejor. Pero lo que realmente me importa hoy de esta canción, Moriría por vos, es la visión que tenía antes de su vídeo, y la que alguien muy cercano a mí me aportó:

Eva está nerviosa, ilusionada. ¡Hoy, por fin, cenarán juntos! Dentro de pocas horas, él (o ella, ahí no entro) llegará, así que debe darse prisa para que todo esté perfecto. Por ello, se enfunda en su abrigo rojo y se marcha a comprar.
Eva vuelve cargada de bolsas, las deja en la cocina y se dispone a preparar la cena. Hace ya unos cuantos meses que tenía planeado el menú para cuando llegara esa noche: ha decidido preparar esa fabulosa ensalada que tan buena pinta tenía en la tele, y una langosta como las que preparaba su madre... ¡Cuidado, no te quemes con la puerta del horno!
En cuanto tiene todo en marcha, Eva comienza a buscar en su armario el vestido ideal para tan esperada ocasión. Uy, este no, parezco una morsa... A ver este... ¿No será demasiado atrevido? No quiero dar una mala impresión...
Cuando, finalmente, Eva se decanta por su vestido verde (seguramente el primero en el que había pensado), coloca los ultimos detalles. Velas, música suave y una botella de vino. Ya sólo faltas tú...
Eva mira el reloj y se asoma a la ventana. ¿Dónde estás? Ya deberías haber llegado....
Como ve que su misterioso acompañante se retrasa, decide sentarse en el sofá y esperarle viendo la tele.
Comienza a hacer zapping: Lluvias intensas y moderadas en el centro peninsular. Vampiros subiendo las escaleras. Anuncios para perder peso. Canciones que poco le importan...
Pasan los minutos, las horas...
Eva descorcha la botella de vino y se sirve una copa. Y otra. Y otra.
Como empieza a hacer frío (mierda de febrero...), se tapa con una manta y se recuesta en el sofá. A ver si no se me deshace demasiado el recogido del pelo, no vaya a ser que termines apareciendo...
Finalmente Eva se duerme, con su gato, la televisión encendida, y la copa en la mano.

Alguien me dijo que probablemente Eva no estaba esperando cenar con nadie...


PD: Link al video http://www.los40.com/playstop/video_especial.html?sng_id=1075826

miércoles, febrero 01, 2006

Inspiración

Hace ya bastantes años que me enamoré de tí.
Hasta entonces no creía en los flechazos ( ¡tonterías!, pensaba... ) pero fue verte por primera vez y darme un vuelco el corazón.
Me enamoré de tus trazos, de tus colores, de esa sensibilidad que mostrabas tan abiertamente al mundo.
Me enamoré de la magia que irradiabas con tu sola presencia, y de las sensaciones que causabas en mi interior cada vez que fijaba mis ojos en tí...

Hace unos seis años alquilamos un apartamento en San Sebastián, muy cerquita de la playa. La dueña debía ser una mujer muy moderna, y la casa reflejaba ese carácter: la cocina era de un color rojo intenso, el dormitorio azul marino, casi negro, y el techo estaba lleno de constelaciones doradas... Todos los muebles eran extraños, originales...
Me encantaba el ambiente que se respiraba allí, pero sobre todo hubo una cosa que me hechizó: un cuadro. Me pasé horas mirándolo, y en cuanto llegué a mi casa hice una versión inspirándome en el...
Lo tengo en mi cuarto, y he decidido dedicarle este post. A mí me transmite una extraña mezcla de sensaciones, pero mejor no os digo nada más para no crearos un juicio sobre él antes de verlo. Bueno, aquí lo teneis: