jueves, noviembre 09, 2006

Recuerdos

Después de esta pequeña temporada sin dar señales de vida por diversas razones, he decidido que no voy a ser yo quien escriba este post: vais a ser vosotros quienes (si os apetece) recordéis en unas pocas líneas algún momento especial en el que yo estaba a vuestro lado (o en el que os hubiera gustado que estuviera)
Un abrazo, un café, un concierto, una fiesta, una sonrisa, unas lágrimas, una tarde de confidencias, una borrachera... Lo más grande y lo más pequeño. Todo vale.
Se abre la veda.
Recordemos juntos.

lunes, octubre 23, 2006

Abrázame fuerte

...y me aferro a tus brazos con fuerza, como si se me fuera la vida. Como si al apretar más fuerte no fueras a marcharte. Como si sirviera para contrarrestar el temblor de mis piernas. Como si casi pudiera traspasarte, y así entrar en tu interior de nuevo y volver a sentirte. Como si esta fina lluvia ya no pudiera afectarme. Como si tú ya no me afectases.
Abrázame fuerte, porque se me va la vida. Porque sé que vas a marcharte. Porque me tiemblan las piernas. Porque quisiera traspasarte y sentirme de nuevo dentro de ti. Porque estoy empapado. Y porque, de una manera u otra, todavía me afectas.

domingo, octubre 15, 2006

En la montaña

Bueno, pues terminan las fiestas del Pilar... Como muchos de vosotros sabréis, a mí en particular me agobian bastante, porque la ciudad se pone hasta el culo de gente, y no se puede ni coger el coche, ni andar por la calle, ni entrar a un bar sin miedo a morir aplastado. Y como todos los años digo de irme fuera y después nunca lo hago, pues al final nos hemos marchado unos días a Jaca (una ciudad pequeñita del Pirineo) y he vuelto hoy al mediodía para prepararme para mañana, que se presenta bastante duro...
Os pongo unas fotos del viaje: las dos primeras son las vistas desde el dormitorio y desde el salón del apartamento, la siguiente es una foto del río Aragón, en un pueblecito de Navarra, y la última soy yo, caminando un poco perdido, la verdad.
Venga, un abrazo a todos!




























lunes, octubre 09, 2006

Luciérnaga

Cuando apagas la luz y no dices nada, sólo me queda ver la sombra de tu espalda. Inténtame convencer que esos besos que compré tienen fecha de caducidad.
Tanto me duele esperar... El invierno pasará, y con él me voy descongelando. El calor derretirá mi memoria, y otra vez volveré a escribir mi historia: te sacaré del guión, no serás más que todo, casi nada. Volveré a discutir con mi almohada, si esta noche me quiere escuchar. Está tan harta que igual me prefiere ahogar.
Tanto me duele esperar, pasa el invierno.
Tanto me cuesta esperar, que ni siquiera me acuerdo de olvidarte.

domingo, octubre 01, 2006

Veintiuno

Un año más, con mis momentos buenos y no tan buenos. Viviendo deprisa y madurando a zancadas. Entrando de golpe en la vida adulta.
Un año más manteniendo la sonrisa y preparándome para los nuevos retos y aventuras que se crucen en mi camino.
Un año más y aquí sigo, igual pero distinto, aunque siempre siendo yo.

jueves, septiembre 21, 2006

Orientación

Hay personas que nacen con algún pequeño defecto: unos son incapaces de distinguir el salmón ahumado del marinado, otros no tienen ni idea de cómo combinar correctamente un pantalón de tweed, y algunos carecen por completo de equilibrio y tropiezan cada dos por tres.
Resulta que yo nací sin ningún sentido de la orientación. En un día podía llegar a perderme hasta siete veces. Mi norte se convertía de improviso en un escurridizo sureste, y el oeste habitualmente jugaba a disfrazarse de cualquier otro punto cardinal.
En medio de semejante caos, tal vez debería haberme tatuado una brújula en el glúteo derecho, o haber empezado a dejar miguitas de pan a mi paso. O puede que lo más adecuado hubiera sido buscarme como marido a un capitán de barco, o un explorador o un pirata.
Pero en uno de mis extravíos apareciste tú, alguien tan desorientado o incluso más que yo, y por primera vez sentí que mi vida no tomaba el rumbo equivocado.

lunes, septiembre 04, 2006

Pequeño homenaje al amor

Hay gente que opina que la sociedad está dominada por el odio, el dinero, el poder y la violencia.
Yo, por el contrario, creo firmemente que lo que en última instancia mueve a este mundo es el amor.
Porque veo amor por todas partes, y aunque éste no suela aparecer en las portadas de los periódicos, siempre está ahí: puedes encontrarlo en parques y bibliotecas, en hospitales y cafeterías, en los andenes de cualquier estación o en la cara de cualquier transeúnte despistado que te cruces por la calle.
Y porque cuando los dos aviones chocaron contra las Torres Gemelas, ninguna de las llamadas que hicieron los pasajeros antes de morir fueron mensajes de odio o venganza.
Todas fueron de amor.

domingo, agosto 27, 2006

Tristeza

Podría decir que últimamente las cosas no van bien, que discuto a menudo con la comida, y que el otoño ha vuelto a cogerme desprevenido, abofeteándome con la crudeza de sus tonos marrones y los jerseys de entretiempo.
También podría decir, susurrar llorando que me falta algo, que no sé qué es, ni dónde se me cayó ni por qué lo olvidé sin siquiera darme cuenta. Ni si alguna vez lo encontraré en una cajita de música o entre las hojas caídas de un inhóspito octubre.
Pero tan sólo diré que odio cortar cebolla, porque hace que parezca que tengo sentimientos.

jueves, agosto 17, 2006

Sexto sentido

Dicen que los animales poseen una especie de "sexto sentido" que les permite anticiparse a las grandes catástrofes, como los terremotos y los incendios. En cuanto perciben el peligro se marchan a algún lugar seguro (mucho antes de que nosotros nos demos cuenta de que algo va a suceder) y así logran salvan sus vidas.
Yo, al igual que ellos, noto cosas. Y desde hace unas semanas algo muy dentro de mí, un susurro dulce, flojito, me dice que te estás acercando. Todavía no soy capaz de ponerte cara, ni nombre, ni tan siquiera voz, pero sé que cada minuto que transcurre te aproximas más y más a mi vida.
Aún no te conozco, pero tengo la fuerte convicción de que cuando llegues (un día de estos) revolucionarás toda mi existencia, como si de un huracán, un tornado, o un exótico tsunami se tratase.
Y, al contrario del resto de animales, no pienso (ni quiero) escapar.

viernes, agosto 11, 2006

Ausencia cotidiana

Desde que te marchaste, el cuarto de baño siempre está a mi disposición, y ya no tengo que buscar el teléfono inalámbrico entre los cojines cada vez que suena. Ahora (¡por fin!) puedo estirarme hasta el infinito en el sofá, y dar vueltas en la cama, y no volver a escuchar a ese maldito Franz Ferdinand que ponías a todas horas.
Los viernes por la noche ya no son una continua lucha por el mando a distancia, y duermo sin riesgo de morir aplastado por tu bonito (aunque pesado) cuerpo. Además, el estante de las camisetas vuelve a estar ordenado por colores, y no se han repetido las misteriosas desapariciones de mi batido de chocolate.
Pero, a pesar de las innumerables e insignificantes ventajas de tu ausencia, te echo de menos.

martes, agosto 08, 2006

Veinticinco

Tenía ya pensado el post de hoy, pero hace una hora ha llegado a mis oídos un dato que me ha hecho pensar. Así que guardo el otro post en un cajón, a la espera de ser publicado, y me pongo a hablar de otra cosa:

Un día como hoy, hace ya 25 años, se casaron mis padres. Hoy celebrarían sus bodas de plata, con la consiguiente fiesta repleta de familiares, amigos, vecinos...
En el año 1992, junto a las Olimpiadas de Barcelona y la Expo de Sevilla, ocurrió otro hecho de bastante menor trascendencia social: mis padres se separaron oficialmente, y tiempo después firmaron el divorcio. A mi la cosa me pilló muy pequeño (tenía seis o siete años) así que no me debió resultar difícil adaptarme a la nueva situación: me acostumbré a tener dos casas, a las llamadas telefónicas diarias y a pasar fuera los fines de semana.
No quiero que estas líneas tengan un tono trágico (aunque a veces sea inevitable o inconsciente) ni que dejen un sabor amargo: no es mi intención. Simplemente es un hecho y ya está. Son cosas que pasan y no soy quién para juzgar ni analizar a nadie (y además, seguramente fue lo mejor)
Pero a raíz de este no-aniversario he comenzado a pensar en muchas cosas: en las rupturas, en el desgaste de la convivencia, en lo difícil que resulta empezar de cero (sobre todo para quien se suele llevar la peor parte: la madre) y, sobre todo y ante todo, en los compromisos.
Y es que yo me pregunto: ¿Siguen teniendo sentido los compromisos? ¿Son realmente sinceros? ¿Tienen fecha de caducidad, como un yogur de limón? ¿Existe el amor eterno o es la mayor mentira de Hollywood?

lunes, julio 31, 2006

Caligrafía

Porque a veces el ordenador resulta muy frío...

viernes, julio 28, 2006

El regreso del verano

Bueno, pues ya estamos por aquí de nuevo... Después de ocho días en el levante español, ayer volvimos a Zaragoza tras 500 km y cinco horas de viaje sin aire acondicionado (porque el coche decidió rebelarse estos días, como los trabajadores del aeropuerto del Prat hoy: tuvimos un pinchazo por una esquirla de metal, se estropeó el climatizador... En fin, nada que no se pueda solucionar con un parche o con unas ventanillas bajadas, aunque casi acabamos sordos por la autovía... jajaja)
Toda esta semana ha sido de lo más tranquila: nos hemos limitado a pasear por el puerto, disfrutar del paisaje (y del apartamento), comer, dormir, ver la tele, reírnos de los guiris de color rosa, hacernos fotos... Aunque sobre todo hemos dedicado la mayor parte del tiempo a tomar el sol y a refrescarnos en el agua. Como hacía un calor húmedo bastante incómodo, pasábamos casi todo el día en la piscina de la urbanización, que es enorme y además no había casi nadie.
Yo tenía el claro objetivo de ponerme tan moreno como la vieja de Algo pasa con Mary ( ¿os acordáis? esa que tenía las tetas chuchurrías y que se comía un Banana Split después de cada polvete... Que digo yo que no se echaría muchos, porque estaba más delgada que un palo la pobre) y yo creo que casi lo he conseguido; ya no tengo el color blanco pocho tan típico en fechas de examen...
Como la piscina estaba genial sólo hemos ido un par de días a la playa, porque había que coger el coche cinco minutos y estábamos de lo más perezoso (hemos sido tan vagos que ni siquiera hemos estrenado la pista de paddle ni la sauna... En fin, lo dejaremos para próximos veranos)
Y bueno, qué más contaros... que el pueblecito es muy chulo, que hay unas casas impresionantes (vendían alguna villa de cuatro millones de euros) y que estos días me han servido para coger fuerzas para empezar a preparar los exámenes de septiembre con tranquilidad.
Y poco más, sólo deciros que ya tenía ganitas de saber de vosotros, así que ahora empezaré a inspeccionar vuestros blogs para ver qué ha sido de vuestra vida todos estos días.
Os pongo unas fotitos, a ver si os gustan:
En la primera estoy yo en el puerto. Detrás mío hay unas señoras centenarias y la playa de piedra jejeje
La segunda es una vista de Jávea desde uno de los montes que hay alrededor (donde están todos los chalets grandes y tal)
El tercero soy yo un día de playa, con pelos de loco y cegado por el sol jajaja
La cuarta es una foto del apartamento por fuera. En ese jardín estaba la piscina, el jacuzzi y todo eso.
Y en la última estoy yo (mirando a no sé dónde, la verdad jaja) con el mar de fondo.

Venga, un besote, que ya he vuelto!













































viernes, julio 14, 2006

Diamantes de agua

Tumbado en mi hamaca, jugando con la arena entre los dedos y aturdido tras largas horas de sol, veo cómo tu torso estrellado de gotas de agua sale dèl mar, regresa a la orilla y vuelve a descansar a mi lado.
Hueles a verano, a coco bronceador, y durante unos instantes te observo respirar, elevándose rítmicamente tu pecho, húmedo, que brilla como salpicado por cientos de cristales de Swarovski.
Al cabo de unos minutos, esos pequeños reflejos que recorrían tu cuerpo cual diamantes han desaparecido con el calor, dejando tras de sí un tímido rastro de sal.
Y entonces empiezo a pensar en los auténticos diamantes. Esos que, dicen, son para toda la vida. Esos que caminan por las mismas calles que nosotros, entran a las mismas cafeterías y toman el sol en las mismas playas. Esos que, a veces, nos resultan tan difíciles de distinguir de los cristales de bisutería, o de las simples gotas de agua.
El mundo está lleno de diamantes. A por ellos.

jueves, junio 29, 2006

Inventario

Qué raro se me ha hecho estar una semana entera sin escribir... Pero necesitaba desconectar un poco de todo y hacer los mínimos esfuerzos mentales posibles: me he dedicado a ir de compras (poca cosa), cortarme el pelo, y recuperar esas horas junto a mis amigos que tanto echaba de menos.
El lunes por fin terminé los exámenes (ya era hora) y digamos que no acabaron todo lo bien que me hubiera gustado: el último fue un auténtico desastre, me puse nervioso y no me cuadraban las cuentas del Balance por ningún lado... Pero bueno, el mal trago ya pasó y ahora me voy a tomar unas cuantas semanitas sin tocar ni una sola hoja de apuntes.
Llevo ya unos días oficialmente de vacaciones, pero como aún no he parado quieto ni un momento, pues como que no me he hecho a la idea todavía.
Mañana me marcho al apartamento nuevo de Jávea (un pueblecito de Alicante, desde donde salió David Meca nadando como una loca rumbo a Ibiza) con mi padre y su mujer. Espero que los dos se porten bien, porque hace siglos que no me voy tanto tiempo con ellos, y no sé si resultarán muy cargantes...
Estaré allí sólo cuatro días: lo suficiente para ponerme algo moreno, pensar en ideas para los post veraniegos, hacer fotos y airearme un poco, que falta me hace, porque me estoy empezando a agobiar en Zaragoza.
Desde Jávea me iré un par de días a Madrid, donde ya tengo una tarde reservada para unas cañitas con mi amiga Nat, y después ya volveré a Zaragoza a amortizar los bañadores nuevos en la piscina.
Dentro de dos o tres semanas tengo pensado ir de nuevo al apartamento de la playa, pero ya con Manuel y algún amiguete que se apunte, y también nos marcharemos algún fin de semana al apartamento de Jaca, a disfrutar un poco de la montaña, que también me apetece bastante. Así que este verano promete ser bastante movidito y completo...
Y bueno, poco más, ahora me toca planear qué voy a meter en la maleta, así que voy a empezar a enumerar todo aquello que se me ocurra, en plan inventario:
_ Tres pantalones piratas vaqueros (son distintos: uno es más largo, otro más oscuro...)
_ Pantalón pirata rojo
_ Pantalón largo blanco
_ Pantalón tailandés negro
_ Pantalón vaquero largo de vestir
_ Polo rosa, polo azul, polo negro
_ Camisetas de manga corta: verde, amarilla, azul
_ Camiseta de manga larga de rallas
_ Camisetas sin mangas: roja, negra
_ Dos camisas blancas
_ Camisa negra
_ Camisa azul celeste
_ Jersey fino negro, por si hace un poco de fresco
_ Dos cazadoras de primavera: una roja, y una cruda
_ Ropa interior: de todas formas y colores
_ Calcetines tobilleros: negros, blancos, verdes, amarillos, y de cuadros
_ Cuatro bañadores: dos nuevos de flores enormes, otro cortito de Brasil, y otro ajustadito de Adidas.
_ Toalla de piscina
_ Cinturón blanco, cinturón amarillo, cinturón rosa y cinturón negro: no, no son de Judo jajaja
_ Zapatos negros, y zapatos blancos (y abrillantador)
_ Zapatillas rojas, por si quiero ir casual
_ Sandalias blancas, y azules (me tengo que comprar hoy unas negras)
_ Neceser: no pienso enumerar todo lo que llevo dentro. Sólo diré que hay más de quince items (entre gomina, ceras, colonia, pinzas, maquinillas, cremas...)
_ Gafas de sol
_ Pulseras
_ Documentación: incluída la "L" y el carnet de conducir, porque yo hago parte del viaje
_ Un libro: probablemente vuelva tal y como lo llevé
_ Música: a ver si preparo algo para el coche, porque si no las cinco horas pueden hacerse eternas.

Creo que no me dejo nada... pero como siempre me olvido algo superimportante y me llevo cientos de cosas inútiles, pues si os dáis cuenta, me lo decís en un comment y me hacéis un favor jajaja
Un besote a todos, os veo la semana que viene! :-)

jueves, junio 22, 2006

Números

Aunque siempre se me han dado mejor las letras, hoy he encontrado la calculadora en el fondo de un cajón y me he puesto a pensar en nuestros números:
Llevo un tercio de mi vida a tu lado. Durante estos años, un 10% del tiempo me hiciste sentir el chico más afortunado del mundo, un 30% fuimos medianamente felices, y el resto (un 60%, si no me traiciona esta vieja Casio) hemos sido unos completos desconocidos que dormían en la misma cama y compartían la pasta de dientes.
En todo este tiempo, únicamente acudimos a 17 fiestas, me acompañaste a 5 escasos viajes, olvidaste nuestro aniversario 4 veces, y se te fue la mano otras 2.
El resto de la gente siempre me consideró un 9, mientras yo no me creía más que un 8, y tú me veías como un vulgar 6. Y ya sabes que los simples aprobados nunca han sido lo mío...
Además, me cansé de aportar el 75% de mí a esta relación, mientras tú te limitabas a dejarme ver apenas un 25% de lo que realmente eres.
Me imagino que a estas alturas habrás comprendido que este numérico reproche supone un adiós: un taxi nos espera en el portal a Bobby, a mí, y a nuestras 3 Samsonites, y en 47 minutos un tren que sale del andén 6 de la estación nos alejará 854 kilómetros de aquí.
Para contabilizar nuevas sumas, restas, multiplicaciones y divisiones. Para empezar de cero, sin ti.

lunes, junio 19, 2006

Pistacho con chocolate

Ayer, como todas las tardes de verano, viniste a buscarme para comernos un helado en el parque. Tú, de pistacho. Yo, de chocolate y vainilla: ya sabes que soy un clásico, no lo puedo remediar...
Nos sentamos en el único banco que quedaba libre. Cerca nuestro, unos niños construían enormes castillos de arena con la ilusión de quien hace algo grande. Mientras, unas señoras charlaban e intercambiaban recetas, y un grupo de jubilados competía por conseguir el prestigioso título de campeón semanal de petanca.
Entre tanto, tú me contabas algo que no acierto a recordar, y yo fingía escucharte. Y sobre todo te miraba. Estabas más guapo de lo normal: ligeramente despeinado, con la frente húmeda por el calor de agosto y con un polo rosa que te queda un poco holgado. Creo que has adelgazado estos días... No será porque no tomes helados.
Los últimos rayos de la tarde calentaban nuestras nucas, y por un segundo pensé que a tu lado el tiempo se detenía. Y estuve así, cerquita de tí, sin hacer nada. Al poco tiempo, las gotas de mi helado derretido cayendo por el pantalón me sacaron de mi ensimismamiento.
El sol proyectaba nuestras sombras hacia adelante, y las alargaba como si de gigantes se tratase. Me levanté para tirar los restos del cucurucho a una papelera, y por un momento nuestras sombras se tocaron a la altura de sus cabezas. Las dos siluetas se juntaron en un roce fugaz, tangente, proyectando en el suelo un beso a tres metros de nosotros tan sólo un instante.
Y yo pensé en tí, y en tu polo rosa, y en el sudor de tu frente y en mis ganas de besarte. Y tiré al suelo mi helado, me acerqué a tí, y decidí probar el extraño y exquisito sabor del pistacho con chocolate.

jueves, junio 15, 2006

Soy

Soy lo que soy a cada momento.
Un chico de metro setenta que a veces se vuelve diminuto, y otras nadie le hace sombra.
Un niño adulto, o un adulto niño.
Un puñado de buenas ideas en los bolsillos.
Un valiente que tiene miedo.
Una coraza llena de sentimientos.
Una resistente fragilidad.
Una superficialidad que esconde algo más.
Una alegre tristeza.
Una melancolía esperanzada.
Un conjunto de contradicciones que juntas cobran un único sentido.
¿Y tú, como me ves?

lunes, junio 12, 2006

Razones

Amor mío, existen tantas, tantas razones para no volverte a ver...
Porque lo primero que hago cada día es pensar en ti. Porque cuando sonríes se me hace un nudo en la garganta y no consigo decir nada lógico. Porque me grabaste aquel cd sin necesidad de pedírtelo, y porque siempre recuerdas mi bebida favorita. Porque en aquella tormenta me dejaste una chaqueta que huele a ti. Porque he memorizado la constelación de pecas de tus mejillas. Porque a tu lado dejo de ser raro para convertirme en único y especial. Porque en tus ojos veo reflejada la mejor parte de mí.
Porque me da miedo. Y porque tú tienes tu vida, y yo la mía.

jueves, junio 08, 2006

Olvidé decirte

Llevaba varias semanas dándole vueltas, y finalmente decidí que anoche te lo diría. Durante horas ensayé en el espejo: había elegido cuidadosamente las palabras, una a una, midiendo su textura, su ritmo y su musicalidad. También había probado distintas entonaciones, y practicado mis mejores gestos. Quería que todo saliese perfecto: había imaginado tantas veces esa conversación en mi cabeza...
Por fin viniste a buscarme: eran las 9 y media. Durante toda la película me limité a sonreír y a comerme las uñas cuando no me mirabas. Debo confesarte que no me enteré del argumento, así que si me preguntas que qué me ha parecido, te responderé con un simple "no ha estado mal..."
Al salir del cine me armé de valor. Pero justo en el momento en que mis labios comenzaron a hablar, una charanga apareció en mitad de la calle, con sus bongos, sus trompetas y sus timbales. Tras ellos irrumpió un oso panda que, cansado de comer bambú a todas horas, se había escapado del Zoo metropolitano para causar el pánico en el centro de la ciudad. Momentos después, un camión de helados volcó al tratar de esquivar a uno de los trompetistas, empapando a toda la avenida (incluidos el oso panda y nosotros) de sorbete de limón y sirope de fresa.
Y ayer, entre tanta confusión, olvidé decirte que te quiero.

lunes, junio 05, 2006

Probabilidades

La vida es una sucesión continua de sucesos aleatorios y situaciones improbables (y en ocasiones absurdas)
Vivimos condicionados a la pequeña posibilidad de encontrar a nuestra media naranja, de aprobar el próximo examen de Dirección Financiera, de acertar la combinación ganadora del cupón de la Once, o incluso de que una maceta nos caiga en la cabeza.
Hace unos días un martillo voló desde un octavo piso hasta el suelo e impactó en la rodilla de una conocida, a la que todas las mañanas saludo en ese mismo lugar. Un martillo que también podía haberme dado a mí.
El azar juega un importante papel en nuestras vidas, y las situaciones pueden variar enormemente en cuestión de segundos, de milímetros.
Las probabilidades, por pequeñas que sean, siempre están ahí, esperando su oportunidad para sorprendernos.
Así que adelante, poneos un casco de bici, comprad un décimo en el quiosco más cercano y corred a buscar al hombre (o mujer) de vuestra vida...

jueves, junio 01, 2006

Creer

Hay personas que creen en la vida extraterrestre. También hay quien cree en los milagros y en la salvación eterna. Otros creen que el hombre jamás llegó a pisar la Luna. E incluso algunos creen que Elvis sigue vivo, comiendo pollo frito en alguna playa de la Costa Dorada.
Y yo... Yo creo en tí. Con eso me basta.

lunes, mayo 29, 2006

Distancias

Creo que no es una buena idea que volvamos a vernos. Ya sabes que nunca he apostado por las relaciones a distancia y, aunque vivas a diez minutos de mi portal, paso demasiado tiempo viajando por otros planetas muy alejados del tuyo.
Siempre te ha dado miedo levantar los pies del suelo: temes poder caerte, perder el control. Tú y tu anodina visión de la vida, unidos de la mano.
Mientras tanto, yo me pierdo entre mis sueños y disfruto de mis distintas realidades. De mis mundos de plastilina, de canela, de acuarela, de rosa chicle y amarillo limón...

viernes, mayo 26, 2006

Mi elección

Me preguntas cuál es mi animal preferido y, después de unos minutos de dudas y de repasar todos mis conocimientos sobre zoología, ya tengo clara mi respuesta: en una futura reencarnación me gustaría ser pájaro o mariposa.
Pero no te vayas a pensar que un pájaro o una mariposa cualquiera: en una de mis próximas vidas quiero convertirme en un pájaro en la cabeza, o en una mariposa en el estómago.
Así podré seguir soñando, imaginando, creando historias ficticias o no tanto, y revoloteando en el interior de algún incauto enamorado para vivir en primera persona todas sus ilusiones...

miércoles, mayo 24, 2006

Promesas de chocolate

Hoy, por primera vez en mi vida, al preguntarme por mi estado civil he respondido que estaba prometido. Parecerá una locura, pero todavía recuerdo cómo aquella mañana cogiste el último Donette que llevabas en la mochila, tomaste mi mano y me pediste que me casara contigo. Sé que siempre estás de broma, y que nunca debí tomarte en serio, pero aquel día me cogiste de improviso. Deberías saber que a un chico tan enamoradizo como yo no se le debe pedir matrimonio mientras come pipas...
Desde ese día guardo tu Donette en una cajita, como si de un diamante se tratara, y observo con inquietud cómo el calor poco a poco va derritiendo aquel tonto lazo que un día, hace ya tanto tiempo, nos unió.

lunes, mayo 22, 2006

A ciegas

Hace ya algunas semanas que nos conocimos, y ayer, por primera vez, me invitaste a pasear por las nubes. Durante horas charlamos, reímos, rozamos casualmente nuestras manos al caminar, y entramos en aquel pequeño café para tomar un capuccino con un toque de canela, como a tí te gusta. Allí descubrí tu afición por las vanguardias europeas, y tú mis sonetos y mi miedo a volar. Admiraste mi forma de escuchar tus historias, y yo me rendí ante la longitud de tus pestañas.
Cuando llegó la hora de despedirnos me sonreíste. Cerré los ojos esperando que me besaras, pero no sucedió. Durante largos minutos estuve ahí de pie, frente a tu portal, inmóvil y con los ojos cerrados. En aquel momento decidí no volver a abrirlos hasta que no sintiera el suave roce de tus labios junto a los míos. A tientas conseguí llegar al coche y volver a casa; menos mal que me conozco el camino de memoria...
Poco a poco voy acostumbrándome a esta voluntaria oscuridad: el cepillo de dientes ya no está fuera de mi alcance, he aprendido a separar la ropa blanca y la de color por el tacto, e incluso no tengo problemas para escribir este post entre penumbras...

viernes, mayo 19, 2006

Nenas

Una de las claves en esta vida es aprovechar al máximo todos los buenos momentos que puedan presentarse, y disfrutar de esas ocasiones en las que te sientes realmente a gusto, rodeado de tu gente y haciendo algo que de verdad te apasione.
Dentro de pocos días empezaré con la vorágine de exámenes y todo lo que ello conlleva, pero ayer decidimos tomarnos un respiro y olvidarnos de todo, y nos fuimos al concierto de Nena Daconte.
El concierto era en la sala 976, una discoteca que hay muy cerca de mi facultad, y a la que no iba desde que era un criajo, con 14 años... ¡Qué recuerdos!
Quedamos a las 8 y media, y yo me pegué cerca de una hora en casa decidiendo qué ponerme para el gran evento. Al final me decidí a estrenar algo de ropa que me compré hace un par de semanas, y salí de casa corriendo, porque con el tráfico que hay en Zaragoza a esas horas iba a llegar tarde fijo.
Al final conseguimos estar a las 9 en la sala y colocarnos en primerísima fila. Aún tuvimos que esperar un buen rato para que empezara el concierto, y mientras tanto pusieron el disco (He perdido mis zapatos) prácticamente entero, así que me sirvió para repasarme bien las letras jejeje
Y bueno, allí aparecieron Nena Daconte, y qué puedo decir... Mai estaba guapísima, y las canciones (todas, sin excepción) sonaron realmente bien. Y ahí estuve yo, cantándolas, aplaudiendo y dejándome la voz mientras tocaban Pierdo el tiempo, Si pudiera, Marta, Idiota...
La única pega que puedo sacar es que no hubo ni un sólo bis, pero al ser un concierto promocional se les perdona.
Lo mejor de todo vino más tarde: al terminar el concierto se metieron al camerino, y un poco después salieron a firmar autógrafos, posters, y a hacerse fotos con la gente (entre ellos nosotros)
Cuando la sala ya se quedó medio vacía, nos fuimos a una taberna que hay cerca de allí a tomar unas cervezas, y después ya nos volvimos a casa, porque era jueves y la mayoría de los que íbamos hoy madrugaban... Yo, junto con María, era de los afortunados a los que hoy se nos podían pegar las sábanas sin problema jejeje
Y poco más, esta mañana me he despertado sonriendo y afónico perdido, María me ha pasado las fotos de anoche, y después nos hemos ido a mirar unas cosas y a comer al centro comercial con Alberto y Virginia...
Ahora descansaré un rato, y después me pondré en marcha, porque esta noche nos vamos al cine a ver El código Da Vinci. Aunque no me he leído el libro, espero enterarme de algo, porque además me han dicho que dura tres horas...

Os pongo unas fotillos de anoche:
En la primera estamos todos los amigos que fuimos al concierto. Atentos a la rapada que me he hecho en la cabeza... Me apetecía cambiar, y de paso ir fresquito.
En la segunda estoy con mi Marisss y con Albertico, medio cegados por el flash...
En la tercera estamos Alberto y yo en plan casual, al lado de Nena Daconte en plena actuación. Esta foto me encanta, y mi camisa azul celeste era nueva (que no tiene nada que ver, pero yo lo digo porque es mi blog jajaja)
Y ya por último, en la cuarta... Nena Daconte conmigooooo! Fueron supermajos, me firmaron un poster enorme, estuvimos hablando un poquillo, y me dieron dos besos. Por cierto, en la dedicatoria del poster puso Mai: Para Naxo y "en mi propio mundo". Como todos, cada uno en su mundo. Muchos besos, Mai y Kim. A ver si le hago una foto al poster, y la pongo por aquí...

Y esto es todo, que va a quedar un post larguísimo, besos y pasad buen fin de semana!





























lunes, mayo 15, 2006

Alergias en el corazón

Hoy me he enterado de que tengo alergia al polen. Vaya por Dios. Después de una semana llena de estornudos y de cientos de pañuelos usados he decidido ir al médico para ver qué le parecía, y he vuelto a casa con un inhalador, una crema, unas pastillas, la nariz roja y los ojos medio cerrados, en plan topo.
Hasta ahora tan sólo tenía alergia a los gatos, así que con no acercarme mucho a ellos (ni ellos a mí) ambos vivíamos en paz. Pero ya me diréis cómo huyo del polen: o me corto la nariz, o me pongo una mascarilla a lo Michael Jackson, o me quedo encerradito en casa (y los que me conocéis sabéis que esa no es una gran opción para mí). Así que simplemente me lo tomo a risa, y me preparo con un cargamento de pañuelos para afrontar el aluvión de gramíneas de estas semanas.
Y, entre estornudo y estornudo, me ha dado por pensar en las alergias. Y he llegado a la conclusión de que ni el polen, ni siquiera los gatos son las cosas que más picores, manchas, fiebre y malestar general me provocan. Hay otros muchos aspectos de la vida que realmente me ponen enfermo: la incomunicación, la falta de valor, la violencia sinsentido, el rechazo a lo diferente, los precios de la vivienda, los contratos basura...
Y para todo eso, lamentablemente, no hay inhalador que valga.

jueves, mayo 11, 2006

Qué nos va a pasar

Cada día trato de acertar por dónde saldrás; eso es tanto como adivinar qué nos va a pasar...
Has estado, hace tiempo, algo raro por momentos. Me pregunto algo inquieto qué nos va a pasar...
No recuerdo cuándo decayó la conversación, ni el punto en que dices tú que algo cambió. Sin embargo, mientras tanto, yo me guardo la esperanza y las cosas que en la plaza nos dijimos hoy.
Ahora que te vas pediré perdón. Y dirás que no, y estará muy bien. Ya sabes por qué yo me esconderé. Ahora que te vas, ya no saldré más; dime para qué, si no te voy a ver...
Cuando pase el tiempo conocerás a alguien más y me olvidarás, y es que es lo normal. Aunque nos dé rabia siempre ocurre igual y nos esforzarnos en disimular...

lunes, mayo 08, 2006

Héroes

Me río yo de Lobezno. Y de Batman, de la Masa, de Superman, del Hombre Araña y del resto de sus amigos. A mí no me impresionan con sus enormes músculos, ni con sus mallas ajustadas de colores, ni con los rayos láser que utilizan a la mínima de cambio...
Los verdaderos héroes no aparecen en los comics de Marvel: están mucho más cerca de nosotros de lo que creemos. A simple vista es difícil distinguirlos, porque no llevan capas rojas ni trajes de cuero, ni saltan entre rascacielos a toda velocidad...
A los auténticos héroes puedes encontrarlos en los parques, persiguiendo a sus nietos con un plátano a la hora de la merienda. O en la cocina, haciendo la comida para siete personas todos los días de su vida. O buscando en los periódicos un segundo trabajo para compensar la subida de los tipos de interés de su hipoteca. O tratando de sacar un poco de tiempo y ayudar a los demás con una sonrisa.
Ante todos ellos me quito el sombrero.

martes, mayo 02, 2006

Cines, compras, plantas, cenas...

Casi una semana sin pasar por casa y, por tanto, sin escribir en el blog...
Estos días han dado para mucho, creo que he hecho prácticamente un poco de todo.
El viernes por la tarde nos fuimos a los Renoir, a ver Azuloscurocasinegro, que me encantó: en apenas hora y media te sumergía en su cotidiano mundo, y los actores, poco o nada conocidos (al menos para mí), eran fantásticos. De la película me quedo con la idea de que, a pesar de que en ocasiones las cosas se pongan bastante feas, hay que sacar fuerzas de donde sea y "tirar p'alante", como se dice por aquí...
Después estuvimos tomando algo en un par de cervecerías, pero Manuel y yo nos fuimos pronto porque yo estaba cansado y un poco "chof" (es que de vez en cuando necesito dormir...)
Al día siguiente madrugamos (más o menos) y dedicamos casi todo el día a comprarnos ropa: nos pegamos cinco horas, me probé miles de cosas, y en las últimas tiendas a las que fuimos casi no podíamos mirar nada por la cantidad de bolsas que llevábamos a cuestas... El día de compras resultó bastante productivo: me compré un montón de cosas (cuatro camisetas, un vaquero, zapatillas rojas, una pulsera, sandalias de dedo...) pero no muy caras porque no es plan de sangrar a mi madre más de lo necesario, que nunca me ha gustado eso...
Por la noche organizamos una cenita en plan tranquilos con otra pareja de amigos, y yo me lo curré en la cocina y, no es por echarme flores, pero no me quedó nada mal jejeje
Al día siguiente nos fuimos a un vivero al que vamos de vez en cuando, para comprar macetas para la terraza del ático de Manuel. Se nos fue un poquito la mano y el coche terminó cargadísimo de rosales, margaritas, y demás plantas de las que no recuerdo el nombre... Entre unas cosas y otras, este fin de semana las tarjetas de crédito echaban humo...
Ayer tocó trasplantar todas esas macetas, que es una paliza pero me relaja un montón, y de paso me puse morenito porque me dió el sol de pleno durante toda la mañana. Después estuve un buen rato tomando el sol en una tumbona en plan relax, y por la tarde quedamos con Vir y María para ver Tapas, que no la había visto y me gustó bastante. A mí es que me pones una película española, y tienes muchas posibilidades de dejarme contento... (¿pero no con todas eh? que hay cada horror...)
Y poco más... Volví anoche, bastante tarde, con un montón de cosas pendientes de hacer... Así que ahora toca ponerse las pilas y prepararme para lo que queda de semana...
Entre otras cosas, estos días van a destacar el "duelo de chefs" que hemos preparado mañana en casa de Alberto, y la boda (gay) que tengo el viernes, por la que ya tengo excusa para saltarme las clases todo el día.
En fin, qué total y qué supermoderno todo jajaja.
Besos!

miércoles, abril 26, 2006

Asumir riesgos

Vivimos en un mundo rápido, complicado, en muchas ocasiones injusto. Con tan sólo pararnos dos minutos y observar nuestro alrededor, nos toparemos de frente con los numerosos contrastes que, aunque ya no los veamos (porque no queremos hacerlo, o porque realmente ya ni nos damos cuenta) siguen ahí, ante nuestros ojos. Carolina Herrera frente a sucios harapos y vino en cartón. Mercedes Benz Compressor CLK frente a carritos de la compra llenos de recuerdos destartalados.
En esta sociedad movida por las apariencias, los masters, los Ipods y el bótox, donde todo cambia tan rápidamente, tratamos por todos los medios de buscar nuestra propia seguridad.
Esa seguridad que en muchas ocasiones nos lleva a casarnos sin amor, a soportar trabajos horribles en la Caixa, a aferrarnos a parejas equivocadas y a asumir la infeliz comodidad como estado natural.
Y ahora yo pienso... ¿No tenemos demasiado sobrevalorada la seguridad? ¿No debería Alicia dejar al imbécil de su marido, por el que ya sólo siente indiferencia, a pesar del enorme revuelo que supondría en su vida? ¿Realmente sería tan terrible que Roberto dejara su puesto directivo y se marchara a la playa a escribir versos en su pequeño cuaderno?

¿No deberíamos, por una vez en nuestra vida, apostar fuerte y arriesgarnos un poquito?

sábado, abril 22, 2006

Fiestas y viajes

Sólo tres horas han separado una tremenda (en todos los sentidos) noche de fiesta y una excursión familiar con comida incluída. Últimamente mi vida está adoptando un ritmo bastante frenético: vivo tanto de día como de noche, duermo muy poco, y paso todo el tiempo que puedo con la gente importante para mí. Debería descansar más, pero siento que no es lo que necesito en este momento. Me hace falta seguir viéndoles, y pasar las noches enteras riendo con ellos, y charlando, y coleccionando las anécdotas que van surgiendo día tras día. En esos momentos me siento feliz.
Pero (siempre suele haber algún "pero" en esta vida) no todo es de color rosa: llevar este ritmo también tiene sus inconvenientes: voy a tener que ponerme las pilas con la facultad, y con Manuel, y con mi familia... porque me da la impresión de que no doy a basto con todo.

Anoche quedamos los amigos (no estábamos todos, porque algunos no pudieron venir) para tomar unas cañas después de cenar, y acudir después a la inauguración de un nuevo bar de ambiente, el Dôme (hubo cachondeo con el nombre: "Dome por detrós". No comment jajaja)
Bufff cómo resumir esa noche en pocas líneas... Hubo bastante alcohol: empezamos por cañas, seguimos con jarras, y luego ya pasamos a los martinis y tequilas... Bailamos, charlamos, reímos, estrechamos lazos, saludamos a un montón de gente, nos hicimos fotos para la revista AkíZaragoza (¡¡tengo que conseguir el próximo número!!!), tuvimos un pequeño follón con algún subnormal desfasado, nos mojamos con la lluvia, y a mí un viejo me amenazó por reírme de él: me dijo mogollón de burradas en el baño, que no transcribiré aquí por respeto a mí mismo y a vosotros, y tan sólo diré que se merecía mi "desprecio" (que tampoco fue para tanto) por plasta y por absurdo. No os penséis que fue algo grave, yo me largué de allí porque paso de movidas, y simplemente me lo tomé a risa.
¿No os ha ocurrido nunca que al día siguiente de una fiesta empezáis a recordar la noche pasada y flipáis muchísimo? Hoy me he tenido que despertar a las 10 de la mañana (después de dormir 3 horas) y me he encontrado con un pendiente de brillante en la oreja, a lo Beckham, con todo el pelo aplastado, y con una resaca tremenda... Pero como apenas tenía tiempo para nada, me he levantado corriendo, me he duchado y arreglado, y he tratado de tener la mejor cara posible para el miniviaje-comida familiar.
Hoy era el cumpleaños de mi padre, y para celebrarlo nos hemos ido a comer a Huesca, a un restaurante de estos que salen en la guía Michelín y todo eso. Hemos llegado a la ciudad bastante pronto, y hemos estado en plan visita turística hasta la hora de comer. Yo, sorprendentemente, no estaba demasiado cansado: creía que se me iba a hacer mucho más duro, pero lo he llevado bastante bien. La comida era muy moderna, con mezclas de sabores muy curiosas, y miles de platos... Hemos estado cerca de dos horas comiendo, creo que voy a reventar...
Y bueno, poco más por hoy, ahora seguiré haciendo cosas, me volveré a cambiar de ropa, y me prepararé para lo que se avecine esta tarde-noche... (aunque hoy en plan relax, que paso de todo)
Besos a todos!

jueves, abril 20, 2006

Sacar lo bueno

Creo que una de las claves en esta vida es saber sacar la parte graciosa y absurda de las cosas. En muchas ocasiones sólo nos centramos en el lado negativo de lo que nos rodea, y no somos capaces de ver que las cosas no son tan negras como a veces las pintamos. Tenemos que aprender a reirnos de muchas situaciones y de nosotros mismos porque, aunque parezca tontería, con una broma o un comentario tonto y absurdo todo parece volverse más sencillo.
En nuestra mano está el darle la vuelta a aquello que nos ocurre, y aunque a priori pensemos que no tiene ni maldita gracia, si nos esforzamos acabaremos encontrando la manera de reírnos de ello. Sólo es cuestión de ponerse, y de intentar tomarnos la vida un poco menos en serio, con sentido del humor.

Hoy teníamos clase de una asignatura horrible, Econometría, y antes de entrar a la facultad ya estaba pensando en lo largas que se me iban a hacer esas dos horas. Esta tarde tocaba hacer prácticas, así que estábamos todos en la sala de ordenadores. Nos hemos sentado por parejas, y yo me he puesto con María en la primera fila (no porque seamos especialmente estudiosos, sino porque no quedaban más sitios libres)
Nada más empezar la clase... ¿Cuál ha sido el único ordenador en que no funcionaba la red? Pues el nuestro. Nosotros de pie, delante de todo el mundo, esperando a que alguna pareja caritativa nos acogiera... Nos hemos acabado sentando con las chicas de al lado, y no veíamos ni la pantalla...
Yo me he picado, porque soy un poco cabezudo, y he vuelto a reiniciar nuestro ordenador para ver si volvía a la vida. Al tercer intento, se ha encendido bien y María y yo hemos vuelto a nuestro sitio (dando la nota desde el primer momento, no tenemos remedio...)
A partir de ahí, y a pesar de lo tremendamente aburrida que era la clase, no hemos dejado de reírnos durante las dos horas: el profesor es libanés y nadie le entiende cuando habla, y yo he estado probando, en plan tensión, a ver qué ocurría al mojar un poco el teclado con mi botellín de agua. Además, todos estábamos hablando y pasando de todo, como si estuviéramos en una cafetería. Después he atacado a María con mi mini-grapadora (al grito de "la venganza será terrible") y he terminado dándole con una grapa en la mano a la chica de al lado, que no la conocemos de nada y nos ha mirado flipada. Mientras tanto íbamos haciendo el ejercicio, que no debía ser muy difícil, porque no íbamos con retraso ni nada y nos ha terminado saliendo como a todo el mundo.
Al final, con tanta tontería la clase se ha pasado volando, y lo que al principio parecía que iba a ser una clase eterna no ha sido para tanto...

martes, abril 18, 2006

Amistad

Charlotte caminaba pensativa por las calles, con la mirada fija en algún punto perdido entre sus zapatos y el suelo de Manhattan. Avanzaba entre la gente, cabizbaja, con un bolso de 500 dólares en una mano, con unos resultados médicos en la otra, y con dos lágrimas, una en cada ojo. Charlotte acababa de descubrir que no podría tener hijos.
Levantó la mirada y, relativamente cerca, vio como se aproximaba en su dirección su amiga Miranda. Desde siempre habían sido uña y carne, pero aquél era el peor momento para cruzarse con ella. Rápidamente dio media vuelta y trató de desaparecer entre la multitud. No sirvió de nada: Miranda ya la había visto, aceleró el paso y la detuvo en una de las grandes avenidas.
Miranda le reprochó su distanciamiento, y las llamadas no devueltas, y las huídas en pleno centro de la ciudad. Charlotte rompió a llorar. ¿Por qué ella no podía conseguir lo que más deseaba en el mundo, mientras Miranda iba a abortar aquella misma semana? ¿No era una irónica putada?
Entre sollozos, Charlotte contó su problema a Miranda. Las lágrimas corrían por las mejillas de las dos amigas.
Si quieres, puedo acompañarte a casa.
No es necesario, prefiero estar sola.
De todas formas, iré caminando unos pasitos por detrás tuyo hasta tu casa, por si necesitas hablar.
Charlotte finalmente no se volvió, pero sabía que su amiga estaba ahí. Y el camino de vuelta a casa se hizo, dentro de lo posible, menos amargo.

miércoles, abril 12, 2006

Manchas en el mantel y en la vida

¿No habéis ejercido en alguna ocasión de anfitriones de una cena con más gente en vuestra casa, y al poner el mantel sobre la mesa descubrís que tiene manchas o algún quemazo de cigarrillo (de alguna celebración anterior) que afean a todo el conjunto?
Entonces decidís colocar estratégicamente los platos, copas, bandejas y servilletas, ocultando tras ellos las imperfecciones, para conseguir que el efecto final sea aparentemente inmaculado, brillante.

En muchas ocasiones actuamos de esta forma en la vida real: escondemos al mundo nuestro dolor, nuestros errores, mostrando ante los demás una cara que sólo refleja nuestra parte más agradable, exitosa y envidiable.
Ofrecemos una versión edulcorada de nuestra vida y de nosotros mismos, aun sabiendo en nuestro interior que las cosas realmente no son así. Pero, mientras tanto, trataremos de parecer los perfectos anfitriones de una perfecta cena, con perfectos platos, perfecto mantel, y perfecta sobremesa.

Y ahora yo pienso... ¿No seríamos todos más felices si nos mostráramos tal y como somos? ¿No resultaría más sencillo decirle a los invitados que el mantel ya tiene manchas? ¿No se encontrarían mucho más relajados al saber que entonces, si lo manchan o lo queman con el cigarrillo, no pasa absolutamente nada?

¿Y vosotros, qué opináis? Poned vuestras propias manchas en el mantel en forma de comentario...

lunes, abril 10, 2006

Marta

Marta viste ojos verdes y un sol marcado en la cabeza. Con su descapotado blanco recorre la ciudad. Crecen flores por donde ella pisa, es la reina del local. Le gustaba volar, le gustaba jugar, desconectarse de tí. Hace tiempo que voló, sin despedirse de mí.
Pero Marta ya no dice nada, porque no hay nada más que pueda decir. Se llevó mis pinturas de colores, me dejó plantado en este mundo raro...
Marta, por Madrid, un duende con mirada triste; un espejo para la soledad que siempre va detrás de ella. Nunca cumplirá los cincuenta y no quieres descubrir, que de todas formas, le costaba seguir. Le gustaba volar, le gustaba jugar, desconectarse de tí. Hace tiempo que voló, sin despedirse de mí.
Pero Marta ya no dice nada, porque no hay nada más que pueda decir. Se llevó mis pinturas de colores, me dejó plantado en este mundo raro...

viernes, abril 07, 2006

Vacaciones

Hoy teníamos el firme propósito de irnos a comer al Parque Grande (en plan picnic, a lo hippies) para tomar el sol, mojarnos el culo con la hierba húmeda y estornudar un poco con el polen, que en estas fechas está más de moda que la fiesta de los complementos de El Corte Inglés.
Pero nuestros planes están en serio peligro: anoche salimos de fiesta para celebrar... ¡¡¡ El comienzo de las vacaciones de Semana Santa !!!
Quedamos los amigos de clase después de cenar, porque así salía más barato, y nos fuimos a empezar la noche a la Cervecería Lucas (el nombre carece de cualquier tipo de glamour, pero el bar no era tan cutre y se estaba muy a gusto)
Yo particularmente ya no estoy acostumbrado a beber litros y litros de alcohol. Cuando tenía 16 o 17 años y salíamos todos los fines de semana por las zonas de bares más baratillas sí, pero últimamente suelo ir a cervezas, y como mucho, me tomo algún Martini... Esta mañana he estado haciendo cuentas mentalmente (todo lo rápido que se pueden hacer un día de resaca), y creo que ayer sacamos 12 litros de alcohol para 6 personas. Muy fuerte. Imaginaos lo perjudicados que podíamos llegar a estar... Además estuvimos jugando a un juego de estos de las moneditas (que si sacas dos caras bebes tú, si son dos cruces los demás, y si sale una de cada, te toca hacer alguna putadilla...) Como consecuencia del juego (y del alcohol), hubo picos ( pero sin vicio, eh? ), alguna que otra confesión, y pruebas absurdas como ir a darle el coñazo al camarero, o pasear por el bar con dos pajitas metidas en los agujeritos de la nariz...
Y bueno, poco más que decir de anoche: me lo pasé genial, pero a las 4 estaba (estábamos) tan perjudicados que nos fuimos a casa. Bueno, la verdad es que un amigo me acompañó a casa (vive al lado mío) para comprobar que efectivamente yo recordaba el funcionamiento de la llave del portal...
Y yo sigo llamando por teléfono a María, y ella sigue sin dar señales de vida... Y el posible picnic en el parque lo veo cada vez más lejano...

miércoles, abril 05, 2006

Cincuenta

Muchos hombres y mujeres entran en una profunda crisis cuando llegan a los cincuenta. Yo, en cambio, considero que es una magnífica edad: en ella se disfruta de una nueva visión de la vida, así como de una belleza distinta, madura, serena, que va aportando la experiencia y el propio paso del tiempo...

Ya he cumplido cincuenta. Casi sin darme cuenta, me planté en esta redonda cifra hace tan sólo unos días...
Posiblemente debido a mi formación económica, tengo la costumbre de hacer balance y analizar mucho las cosas, sopesando lo bueno y lo malo...
Y en este caso, al mirar atrás, el resultado no puede ser más favorable: el haber llegado a este número, llamado "L" por los romanos con sus palitos y sus cosas, me ha permitido ante todo desnudarme frente a vosotros.
No ha sido un desnudo como los de Interviú: ha sido un desnudo, por llamarlo de alguna manera, del alma. A través de cuentos, experiencias, música, anécdotas y pensamientos he ido desprendiéndome de las prendas que cubrían mi corazón, permitiendo a todo aquel que quisiera observarlo en su desnudez.
En estos cinco pares de manos llenas de dedos se han visto reflejadas mis alegrías, mis sueños e ilusiones, la euforia, las sonrisas, así como el dolor, la melancolía, las tristezas, mis lágrimas y frustraciones...
Pero, por encima de todo, he tratado de mostrar la esperanza como hilo conductor en esta media centena de pedacitos de mí que ya he alcanzado.

Cincuenta post ya. Recién cumplidos. Resplandecientes. Y, por qué no decirlo, orgullosos.
A por otros cincuenta.

martes, abril 04, 2006

Petardeo ecológico y más cosas

Esta semana ha sido completamente agotadora, no he parado quieto ni un solo momento y no he tenido tiempo ni para escribir en el blog... os tengo abandonadísimos eh? Ya lo siento...
El viernes pasado tuve que entregar un trabajo sobre un libro de Vicenç Navarro (que habla del Bienestar Social y el estado de la democracia en nuestro país) y... ¡¡ El lunes aún no había empezado a leerlo !! He tenido que dedicarle muchas, muchísimas horas para poder acabarlo y entregarlo a tiempo.
Los pocos ratitos libres que he tenido los he dedicado a tomar cervezas y echar unas risas con Manuel, Vir y Chavín. Creo que les he visto todos los días de esta semana, y la verdad es que se han convertido por méritos propios en algo muy importante y especial en mi vida.
Pero lo más destacado de esta semana ha sido... ¡¡ El curso de Agricultura Ecológica en el que he estado metido todo el finde !!
Fiel a mi tendencia a hacer cosas raras y absurdas, me apunté con dos amigas (María y Sara, que están tan fatal de la cabeza como yo) a un cursillo para conseguir créditos de libre elección en un pueblo que está a una media hora de Zaragoza.
Allí hemos estado casi todo el día metidos(de 8 de la mañana a 9 de la noche, el sábado y el domingo) y nos han enseñado cultivos ecológicos, hemos tenido charlas, cata de productos (cojonudo todo, una pasada. Creo que este fin de semana me he engordado cuatro kilos por lo menos) y sobre todo.... ¡¡¡ Hemos aprendido a hacer pan, neeeeeeenaaaaaaasss! Durante unas horas nos hemos vuelto auténticas "bolleras", y hemos estado haciendo la masa, metiéndola al horno... Además había que ponerle ganas, porque luego teníamos que comérnoslo (y no era plan de acabar comiéndote un plasto deforme y asqueroso)
Teníamos que ponernos por parejas, y yo me puse con un chico al que no conocía de nada (Andrés) y que al final resultó ser majísimo y nos pasamos con él el resto del fin de semana . Por cierto, durante el "amasado" del pan tuve un momento "erótico" con él (como en la peli Ghost con la arcilla) porque la masa era muy pegajosa, y entonces se me quedaba pegada en los dedos, y él se puso a frotarmelos uno a uno (poniéndole mogollón de empeño además) para quitarme los restos de encima de las manos. En fin, yo estaba un poco tenso en el momento pero ahora me parece graciosísima la situación. Por cierto, acabé de harina hasta las cejas, pero eso no me hizo perder mi glamour natural jajaja
El sábado por la noche volvimos a la civilización (también llamada Zaragoza) y yo me fuí a casa de Manuel (mi novio). Allí habíamos quedado con Virginia y Chavín para tomar algo después de cenar, y María y Sara se vinieron también para quedarse a dormir, y al día siguiente así nos íbamos los 3 juntos al curso. Nos pusimos como fecha límite para irnos a la cama la una de la mañana (porque si no iríamos agotadísimos al día siguiente) pero la cosa se fue alargando... y al final acabamos yendo de empalmada al curso. Muy fuerte. Eso sí, fue una de esas noches que pasan a la historia: no paramos de reír en todo momento, hacía una noche genial y pudimos estar en la terraza del ático mirando las estrellas (y a otros vecinos jajaja), diciendo tonterías, haciendo la locaza...
El domingo aparecimos en el autobús con unas ojeras hasta el suelo, aunque muy monos, eso sí (nos pegamos un buen ratico arreglándonos antes). Mientras íbamos de viaje hacia el pueblo, yo me quedé dormidísimo, pero a los 5 minutos el autobús pilló un bache de la carretera, pegamos un bote y yo me atraganté con mis propias babas y me desperté medio ahogado. Muy triste, la verdad. A primera hora casi nos morimos del aburrimiento durante una charla en un cultivo de secano, pero luego ya la cosa se fue animando, y aunque no hacíamos ni puto caso a las explicaciones, nos lo pasábamos en grande haciendo fotos absurdas...
El domingo cada uno de nosotros tenía que llevar algo de comer para compartir con los demás. Nosotros llevamos botellas de Lambrusco (un vino italiano) jajaja
Después de la comida, nos llevamos unas cuantas botellas de vino que se habían quedado sin abrir en la mesa, y seguimos la fiesta tumbados tranquilamente en el campo en plan sobremesa... Somos peor que María Jiménez, pero de alguna manera había que mantenerse despiertos no?
Las clases por la tarde se hicieron eternas, y no nos enteramos de nada, pero hicimos todo lo posible por no aburrirnos... Gritamos, nos fuimos a mitad a tomar un café... Otra cosa no, pero dar la nota lo hemos conseguido sobradamente: hemos sido los megaprotagonistas de las jornadas jajaja
Cuando nos bajamos del autobús todo el mundo nos saludaba... yo creo que nos van a echar de menos jajaja
Resumiendo: me queda un buenísimo recuerdo de este fin de semana, y me encanta hacer cosas nuevas rodeado de gente a la que quiero.
Moraleja de la historieta: está bien estar de fiesta y tal, pero de vez en cuando hay que dormir, porque si no se te va la pinza

Os pongo unas fotitosssss:
En la primera salimos Sara, María y yo en plan divinos al lado de un cutre-tractor en un cultivo de regadío.
En la segunda estamos en el autobús después de pasar toda la noche de fiesta bebiendo alcohol xD
En la tercera... pues me estoy haciendo "la muerta" de agotamiento, encima de un banco que me destrozó la espalda, y con el profesor explicando cosas a 10 metros de mí y mirándome raro xDDD
En la cuarta estamos en plan rollo bollo total (atentos a los delantales-faldita)
Y en la última... un momento de euforia a pesar del cansancio jajaja

Espero que os gustennn! A que iba estupendísimo para irme a un pueblo? jajajaja
Besicos!!!









lunes, marzo 27, 2006

No todo lo que es oro brilla

Sara tenía un corazón especial. Era un corazón grande, generoso, a todas luces envidiable. Pero también era un corazón difícil de llevar, debido a que ocupaba demasiado espacio.
Sara paseaba por las calles, llevando entre sus brazos su enorme corazón. Mientras caminaba, y a pesar de la dificultad que suponía llevar esa carga a cuestas, Sara sonreía al observar todo lo que iba surgiendo alrededor, y miraba a las personas que se cruzaban con ella con esa mezcla de dulzura e ingenuidad que desde siempre la habían caracterizado. En medio del frenético ritmo de aquella ciudad, Sara buscaba tranquilamente encontrar su sitio.
Durante horas Sara continuó caminando. No encontró nada. Tan sólo negativas, indiferencia, accesos denegados, puertas cerradas y miradas llenas de extrañeza y burla.
Por primera vez, Sara se sintió sola. Cansada, dejó de caminar. Su mirada se fijó en un punto indeterminado del suelo y comenzó a pensar. ¿Será mi culpa? ¿Por qué no consigo que alguien se fije en mí? ¿Qué es lo que hago mal?
Sara sentía que tenía mucho que decir, mucho que ofrecer, pero no encontraba la posibilidad de demostrarlo, ni a sí misma ni a los demás. Sara no tenía suerte.
Toda aquella gente que se cruzaba con ella eran incapaces de apreciar lo que se encontraba ante sus ojos. Sólo veían lo superficial: algo incómodo, que no resultaba sencillo de llevar, y que ocupaba demasiado espacio en los pequeños apartamentos de la gran ciudad. ¿Dónde iban a meter aquel enorme corazón? Además en el cine taparía la pantalla... tendrían que comprar una entrada de más... Y por supuesto, olvídate de montar en autobús, o cenar en un restaurante...
Esas personas no eran conscientes de que muchas veces lo que verdaderamente merece la pena no se encuentra a simple vista. Si hubieran dedicado al menos cinco minutos, hubiesen visto lo realmente maravillosos que eran Sara y aquel enorme corazón, y los primeros inconvenientes pronto hubieran quedado olvidados.
Mientras Sara pensaba, allí quieta bajo las luces de neón en aquella calle desierta, su corazón empezó a apagarse. Poco a poco, éste empezó a reducir su tamaño, hasta que ella fue capaz de mantenerlo sin dificultad entre sus brazos, como si de un bolso se tratase.
En ese momento apareció un chico, que con un "Señorita, ¿necesita ayuda?" sacó a Sara de su ensimismamiento. Ambos se miraron, y comenzaron una tonta conversación que les llevó a tomar un café a un bar cercano. Sara ya podía entrar en las cafeterías, porque su corazón había menguado significativamente, y ya no suponía un obstáculo para ello. Charlaron durante horas, pasearon, y la improvisada cita terminó más tarde con la promesa de seguir conversando al día siguiente. "A las ocho, en la puerta de mi casa."
El día siguiente llegó, y él (llamémosle... Mateo, por ejemplo) se dirigía a casa de Sara, cuando la vió desde el otro lado de la calle. Sara estaba en la puerta de su casa, esperando impaciente la llegada de Mateo.
Sara volvía a tener ese brillo especial en la mirada, y entre sus manos volvía a sujetar un enorme corazón: aquel que había perdido, y que gracias a Mateo había recuperado en su tamaño original. Mateo la observó desde lejos, dudó durante unos segundos, y se dió media vuelta para no volver a verla más. No fue capaz de enfrentarse a aquella situación, ni de reunir el suficiente valor para continuar adelante a pesar del gran tamaño de aquel corazón, y las pegas que pudiera conllevar.
Al cabo de unas horas, Sara asumió que Mateo finalmente no iría a recogerla. A pesar de ello, no dejó de sonreir. Continuó paseando, caminando, buscando.
Sara había aprendido mucho. Había recuperado la esperanza.




Link al vídeo: http://www.youtube.com/watch?v=GFyzJKUe0Bk&search=another%20chance

miércoles, marzo 22, 2006

Soñar despierto

Hoy, aunque me haga daño, quiero soñar despierto. Imaginar otra vida. Abrir mi baúl de espinitas clavadas e imaginarme a tu lado. Y pensar en tí, en tu sonrisa, y en lo que pudo ser y finalmente no fue. Imaginar que te vuelvo a ver, que nos volveremos a ver. Acortar distancias en mi cabeza. Y pensar que las chispas que un día cualquiera saltaron siguen vivas en alguna parte.
Soñar despierto. Tan sólo por unas horas.

lunes, marzo 20, 2006

Incidentes de tráfico

El viernes por la tarde habíamos quedado para tomar algo en una taberna, y yo dudaba entre coger el coche o no. Finalmente lo cogí, y en plena hora punta (coincidiendo con la salida de muchos trabajos) el coche me dejó tiradísimo en el carril central de una de las entradas de la ciudad. Me quedé paralizado dentro del coche, intentando arrancarlo de todas las maneras posibles y viendo pasar coches a toda velocidad por los carriles contiguos...
Puse las luces de emergencia y pensé en llamar a Manuel y Virginia en plan S.O.S, pero me dí cuenta de que me había quedado sin saldo. Después de acordarme de la madre de Vodafone, salí a pedir ayuda a la chica del coche de detrás mío. Básicamente le dije que me acababa de sacar el carnet, que mi coche se había quedado como muerto y que no tenía ni idea de qué hacer.
La chica resultó ser un auténtico encanto, se bajó de su coche y me ayudó a empujar el mío hasta el carril de la derecha, junto con otro chico que apareció por allí, y que era extranjero y no le entendíamos nada, aunque era majísimo también. La chica (María Jesús, se llamaba) me tranquilizaba todo el rato, me decía que no pasaba nada, y me dejó su móvil para que llamara.
En ese momento apareció un coche de la policía, que se detuvo delante de nosotros y nos preguntaron si pasaba algo. Yo les expliqué que el coche estaba en plan relax, y la batería estaba K.O. y pasando de mí, y nos dijeron que pusiéramos los triángulos, porque no se nos veía. Subieron la ventanilla y ahí nos dejaron con un palmo de narices. Cabrones, podíais ayudar, que mira dónde estamos...
A los cinco minutos, y después de algún que otro lapsus de María Jesús (quiso empujar el coche con la primera marcha metida, cosa que no se puede, y puso el triángulo de emergencia entre su coche y el mío, con lo que no servía para NADA jajaja) llegaron Manuel y Virginia. Cuando aparecieron se llevaron un susto bastante enorme, porque vieron dos coches parados en vez de uno sólo, y claro, se pensaban que me había estampado con el otro, pero ya les dijimos que no, que no habíamos chocado, sino que me estaba ayudando, y nos pusimos manos a la obra. En ese momento nos despedimos de María Jesús, porque vió que ya estábamos un montón de gente y que yo ya estaba más tranquilo.
Manuel subió su coche a la acera, bien pegado al Ibiza, para que pudiéramos conectar las pinzas con las baterías de los dos coches y así arrancar el mío. Entonces probamos y al final conseguimos encender el motor. Todo esto dicho así suena muy fácil, pero de noche, con los nervios y la cantidad de coches que pasaban alrededor, era bastante más complicado...
Nada más subirme al coche (que ya estaba en marcha y con Virginia de copiloto) se me volvió a calar, porque con tanto entrar y salir se había enganchado la alfombrilla a uno de los pedales. Ahí sí que ya me desesperé, y después de descargar mis iras contra la alfombrilla y lanzarla al asiento trasero, pudimos volver a encender el coche y finalmente dejarlo aparcado en una zona segura, cerca de mi casa.
En fin, ni que decir tiene que para olvidar todo ese mal rato nos fuimos a tomar unas cañitas con limón, y que ese fue sólo el comienzo de un estupendísimo fin de semana ...

viernes, marzo 17, 2006

Negarse

Errores
Silencio
Locura
Echarte a un lado
Confiar
Esperar
Dejarte a un lado
Dudas
Decepción
Hacerte a un lado
Aprender
Olvidar
Fantasmas del pasado
Nostalgia
Vacío

Supongo que es algo habitual.
Incluso me imagino que es lo normal.
Pero me niego a creer que esto sea la vida para mí.

miércoles, marzo 15, 2006

Tu chico ideal

No, yo no soy tu chico ideal, ni he venido aquí para hacerte feliz. Porque no, yo no estoy dispuesto a cambiar, ni he querido ser así por casualidad.
Y hubo, sí, hubo un tiempo en que mi mundo eras tú, y no veía más allá de tus gafas de pasta diseño italiano, y pensé que serías distinto a los demás, pero qué decepcionante fué creerte interesante...
Y todavía hay música en el bar, y aún quedan canciones para mí, hoy no me tendrás que acompañar, te he comprado un billete, tu billete de vuelta a casa...
No, no voy a esperar ni un minuto más, y tendrás que suicidarte si esperas un romántico final, porque yo no soy tu chico ideal, ni tú tan diferente del resto de la gente.
Y ya no hay más versión original, ni quiero oír tus discos en francés, hoy no me tendrás que impresionar, te he comprado un billete....
Y el mundo no se va a acabar, y aún quedan canciones para tí, te he comprado un billete, tu billete de vuelta a casa, porque yo no soy tu chico ideal...

lunes, marzo 13, 2006

Simplemente amor

Hace ya varios meses pasé la noche ingresado en las urgencias de un hospital cualquiera de mi ciudad (por ahí circula alguna foto que acredita lo estupenda que me quedaba la bata azul con el culo al aire...)
Durante esa noche circularon ante mis ojos numerosas imágenes que para mí personificaban el amor. El auténtico amor, con todas sus variantes y matices.
Desde mi cama pude observar cómo a mi lado un chico joven cuidaba con esmero durante horas a su novia, y cómo con impotencia trataba de aliviar el sufrimiento de ésta. Le servía un vaso de agua, le secaba la frente, le colocaba mejor la almohada. Y la miraba. La miraba con el miedo de que ésta pudiera desaparecer. Les quedaban tantas cosas por hacer juntos...
Mientras tanto una señora daba conversación a su hermana o amiga, que estaba postrada en la cama, tratando de hacerle esas horas un poco más agradables, amenas, llevables en su compañía. Y le acompañaba al baño, y le hablaba de lo que bien que lo pasarían en cuanto salieran de aquel lugar...
También pude ver cómo mi madre recostaba su cabeza sobre mi cama, toda la noche junto a mí, intentando parecer tranquila, aun cuando estaba mucho más nerviosa que yo. Y cómo se negó ante mi insistencia a marcharse aunque fuera para dormir un par de horas, siendo que al día siguiente entraba muy temprano a trabajar.
Y también recuerdo cómo Manuel me daba la mano, y me llamaba después al móvil cada hora (y yo se lo cogía disimulando, y hablando bajito porque allí no se podía) Y cómo yo trataba de quitarle hierro al asunto, porque con una sonrisa y un par de frivolidades todo parece volverse más sencillo. Y también cómo muchas personas vinieron a verme (algunas desde muy lejos), e interrumpieron en ese momento sus vidas para interesarse por mí...
Al día siguiente yo volví a mi casa. Jodido, pero volví.
Y mientras me marchaba de aquella sala no pude evitar mirar a mi alrededor, y desearle a todas aquellas personas lo mejor...

sábado, marzo 11, 2006

Horror

Ya han pasado dos años, y sigo recordando todo aquello como si acabara de ocurrir.
Aquel fue un día en el que todos cambiamos, nos volvimos más frágiles, más vulnerables.
Ese día también descubrimos lo mejor y lo peor del ser humano. Nos dimos cuenta del horror, de la injusticia que abofeteó nuestra cara, pero también pudimos comprobar cómo la gente se funde en un abrazo en la desgracia, y cómo en las situaciones límite las personas tratan de ayudarse en todo lo que está en sus manos...

Recuerdo que estábamos en clase, un jueves aburrido como tantos otros. También recuerdo que las noticias empezaron a llegar hasta nosotros poco a poco, en cuentagotas, durante los intercambios de las clases.
También me acuerdo que ante la magnitud de la situación nos echamos a las calles. Y que pensé que mi padre tenía que pasar por Atocha ese mismo día, para volver a casa el fin de semana. Y recuerdo el sudor frío por mi espalda, y cómo me dirigí a una de las cabinas de teléfonos de la facultad para intentar saber algo de él, porque siempre me quedo sin saldo cuando más lo necesito.
También tengo grabada en mi cabeza la imagen de mis amigos mirándome con esa cara de tensión, de preocupación mal contenida. Y los nervios, y la patada que se llevó la cabina, como si ella tuviera algo de culpa de todo lo que ocurría...
Yo fui un afortunado, finalmente hablé con él. Todo estaba bien. Escuché su voz, y él escuchó la mía.
Muchas personas no tuvieron esa misma suerte.
A todas ellas va dedicado este post, y las lágrimas mientras lo escribo.

jueves, marzo 09, 2006

Emociones

Pasamos la vida entera pendientes de entregar el aburrido informe anual de la empresa, pensando en las horas extra que haremos ese día para el jefe, o agobiados mientras preparamos los próximos exámenes y terminamos ese documento que ya tendría que estar hecho...
En esta sociedad vivimos tan deprisa que no encontramos tiempo para dejar espacio a las emociones.
En el idioma persa existen 80 formas diferentes para hablar del amor. Nosotros, sin embargo, muchas veces somos incapaces de decir a tiempo un simple "Te quiero".
Termina el invierno, y vemos como algo completamente inverosímil el desnudar nuestra alma ante los demás, y reunir el valor para decirles que lo sentimos, que hemos fallado, que les echamos de menos, o que nos alegramos de volver a verles, o que ojalá les vaya muy bien, y que nos han alegrado el día, o un sencillo y bonito "gracias por todo"...
Pasan los días, implacables, y no lo hacemos.
Aunque, eso sí, nos encargamos de que el resultado contable del último ejercicio esté sobre nuestra mesa a las 8:00, tal y como se espera de nosotros...

lunes, marzo 06, 2006

Un poco de todo

Hay personas que vuelven a casa por Navidad. Yo vuelvo a la mía los lunes, por las clases...
El viernes a última hora de la tarde terminaron la conferencias, que al final se hicieron muuuuuy pesadas. Como estábamos bastante cansados, en las últimas charlas empezamos a portarnos un poco/bastante mal, pero es que en algo había que entretenerse: estuvimos hablando, dibujando cosas absurdas en las hojas de apuntes, descojonándonos sin que se nos viera demasiado, resolviendo sudokus, haciendo alguna foto, y yo terminé atacando a una de mis amigas con mi colonia (que la llevaba en la mochila), como si fuera un spray anti-violador jajaja.
Y pensaréis: ¿Y la gente no nos decía nada? Pues no, pasaban bastante, porque o estaban dormidos, o igual de aburridos que nosotros, así que se entretenían viendo cómo hacíamos el idiota.
Salimos de las jornadas y llegué a casa con el tiempo justo para ducharme, cambiarme de ropa, y coger el coche hasta casa de mi novio. Allí piqué algo y nos fuimos corriendo, porque habíamos quedado con dos amigos y llegábamos ya bastante tarde...
Llegamos al bar cuando estaba terminando un concierto en plan alternativo, y estuvimos allí tomando las primeras copas. Al cabo de un rato nos fuimos al ambiente, Paradys y Versus (no aparecíamos por allí desde el verano pasado) Y nada, un poco lo de siempre, las mismas caras, la misma música, saludamos a un montón de gente... pero sobre todo nos echamos muchas muchas risas.
Desde hace un mes o así, en Zaragoza han prohibido que los bares estén abiertos a partir de las 4 y media de la mañana, así que a esa hora tuvimos que desalojar...
Nos marchamos a una discoteca, Reset, en la que yo no había estado nunca y que debía ser lo único que estaba abierto en toda la ciudad... y después nos fuimos a desayunar un buen chocolate con churros (no sé cuántos me comí, porque estaba muerto de hambre y además estaban buenísimos...)
El resto del fin de semana ha sido bastante más tranquilo... El sábado (de resaca) quedamos con una amiga y fuimos a un vivero a comprar plantas para la terraza. Fuimos con mi coche, y entre otras cosas choqué con una palmera (que, por cierto, estaba a la venta y valía un pastón) al aparcar en el vivero, pero no la tiré al suelo ni nada y además no se vió mucho. Después elegimos una planta y descubrimos que apestaba, y estuvimos escogiendo dos pinos pequeñitos (uno para cada lado de la puerta de entrada) de entre varios cientos para después no comprarlos...
En fin, sin comentarios jaja. Al final nos fuimos con el Ibiza cargadísimo de plantas, tierra, macetas... Me lo pasé bastante bien allí, y con tanto estar entre vegetación (suena como si hubiéramos en la Amazonia, pero es que somos unos mariquitas muy urbanos y estas cosas nos emocionan jaja) , me han entrado ganas de marcharme a la montaña, así que voy a empezar a planear una escapada de fin de semana a Jaca...
El domingo (osease, ayer) tuve comida familiar con mi padre y su mujer y tal, y después ya me marché y estuvimos viendo La vida secreta de las palabras, que ya ha salido en DVD y yo no la había visto todavía (sacrilegioooooo). Qué peli más triste, por Dios... Y como se me hizo un poco tarde pues decidí alargar el fin de semana hasta hoy por la mañana, que he vuelto a casa (pero sólo he estado aquí una horita, lo suficiente para arreglarme y marcharme a clase...)
En fin, a ver si descanso un poco esta semana que este ritmo me va a matar!
Un besito!!!!

jueves, marzo 02, 2006

Mujeres

Esta semana me he apuntado con cuatro amigas a unas jornadas que se engloban bajo el nombre "Mujeres, presencia y ausencia en lo cotidiano", y que han comenzado hoy por la mañana.
Y diréis: ¿qué coño se le ha perdido a este chico allí? Pues la razón de habernos apuntado es para conseguir 2 créditos de libre elección en tan sólo 2 días, y a un precio realmente asequible (¡10 euros, frente al curso de iniciación a la lengua de signos que queremos hacer en verano, que vale más de 120 euros!) Tengo que decir que para terminar la carrera tengo que conseguir 30 créditos de ese tipo, así que me voy a hinchar de hacer cursos de todo tipo...
Esta especie de cursillo lo hacemos en el Paraninfo, que es el edificio oficial que utiliza la universidad para los actos importantes, y que es una mezcla de glamour, elegancia y decadencia a partes iguales: es el típico edificio antiguo, muy bonito (con sus lámparas de araña, su arquitectura clásica, los techos altísimos, las vidrieras de colores...) pero que no está demasiado cuidado.
Hoy llevábamos un cachondeo tremendo caminando sobre la alfombra roja que hay... Cada vez que entrábamos o salíamos, nos "pedíamos" entre nosotros ser un actor/actriz/personaje famoso (sí, sé que no suena demasiado maduro, pero nos echábamos unas risas...)
Yo me he pedido ser Charlize Thèron, Yoko Ono, Verónica Forqué, el cerdito de George Clooney y la hija adoptada y posterior mujer de Woody Allen... Mis amigas han optado por personajes de la talla de Sisí Emperatriz, Paris Hilton o George Clooney (son más espabiladas que yo, ellas le prefieren a él que a su caca de mascota jaja)
Otra cosa supergraciosa es que prácticamente no estamos ningún chico, estamos allí en plan peligro de extinción total, como el lince (no seremos ni el 5%), y claro, la ventaja que tiene es que no hay nada de fila en nuestro baño (en el de tías había una fila de impresión, pero mis amigas se han colado en el de chicos, que son muy valientes jaja)
Bueno, que se me va la cabeza! Pues estas jornadas están formadas por una serie de conferencias que imparten catedráticos de la universidad, médicos, psiquiatras... sobre diferentes materias. Hoy, por ejemplo, hemos tratado temas como la defensa de los derechos de la mujer, la situación de las mujeres en el mercado de trabajo en España, políticas de conciliación de la vida familiar y laboral, el acoso psicológico y sexual, el estrés, la depresión...
La verdad es que algunas charlas han sido interesantes, pero alguna otra ha sido un auténtico coñazo... Las cosas que saque en claro de estos días ya las compartiré con vosotros aquí, si veo que merecen la pena. Y si hacemos alguna fotillo, pues también.
Y nada, ahora he llegado a casa, agotadísimo, porque llevamos desde las 9 de la mañana allí, y no hemos terminado hasta casi las ocho y media de la tarde... Una paliza, porque además tenemos que coger apuntes para hacer un trabajo-resumen sobre las jornadas (yo he cogido hoy un total de once folios de apuntes por las dos caras, y llevo la mano destrozada...) Así que nada, me voy a descansar que mañana será parecido!
¡Un besote!

martes, febrero 28, 2006

Shine

Hay personas que son capaces de contar grandes historias en poco más de tres minutos... Hay un video (y una canción) que me encantan, así que he decidido dedicarles este post. La canción se llama Bad Day, y su autor es Daniel Powter (he puesto un link al vídeo debajo del todo para que lo veáis, porque si no el post no se entendería mucho... os lo recomiendo)
Creo que el sentimiento que aparece en el vídeo es completamente universal, todos en alguna ocasión nos hemos sentido solos, perdidos, anhelando algo que nos falta y que no sabemos exactamente lo que es, pero que estamos seguros que cuando llegue no lo dejaremos escapar...

Seis y media de la mañana. Suena el maldito despertador, la luz comienza a entrar por la ventana y yo daría lo que fuera por no tener que levantarme de la cama... Simplemente taparía mi cabeza con el edredón, y dejaría que pasara el día entero conmigo metido dentro de mi improvisado búnker...
A regañadientes me levanto, y comienzo a prepararme para afrontar el día: me quito las legañas y me lavo la cara con agua bien fría, "a ver si me espabilo de una vez", como me dicen últimamente mis amigos.
Tengo que afeitarme, pero no me apetece mirarme al espejo, porque sé que me descubriré poniendo esa cara de reproche hacia mí mismo que tan vista tengo ya...
Debería tapar esas ojeras. Sí, ciertamente hoy no estoy bien...
Mientras termino de vestirme me siento lento, pesado. Mis movimientos son pausados, como a cámara lenta... Denotan una gran falta de interés, pero es que ciertamente no me importan demasiado las tonterías que estoy haciendo. Me tomo un café solo, y me marcho a trabajar.
Dios, hoy hace más frío todavía que ayer... como siga así, este fin de semana nevará, y no tendré a quien tirarle una bola de nieve, y que me la devuelva, y a quien yo persiga entonces y terminemos en el suelo riendo y mojados hasta las cejas... En fin, me bajo al metro o llegaré tarde.
¿Por qué no dejo de ver parejas? No puedo evitar mirar a ese par de ancianitos cogidos de la mano, o captar furtivamente esas miradas cómplices que el chico del asiento de enfrente le dedica a su compañera...
Creo que estoy demasiado solo en una ciudad tan grande como esta, y me siento pequeño, vulnerable...
Ocho horas de trabajo por delante y miles de papeles pendientes que desbordan mi mesa. Bronca con el jefe. Él se creerá que es un directivo exigente, pero hablando claro es un hijo de puta. Si no, que le pregunten a cualquiera de su alrededor...
Levanto la cabeza con los ojos cerrados y trato de aspirar una bocanada de oxígeno. Abro los ojos y no veo un cielo azul y abierto, sino dos fluorescentes y las salidas de aire acondicionado.
Bajo la vista y continúo mirando a la pantalla del ordenador en mi habitual estado de latencia.
Tengo un mal día, otro de tantos... ¿Cuántos van ya? Mejor no hacerme esa clase de preguntas...
Ya es de noche, vuelvo a la parada del metro y algo me llama la atención... Alguien ha pintado sobre ese bonito anuncio (sí, ese de un refresco en el que te dice un claro mensaje: "Shine", o "Brilla" ) un nubarrón y ahora mismo está lloviendo sobre la chica que tiene la lata en la mano... Está claro que el improvisado grafitero no ha tenido tampoco un día "brillante"...
Pues mira, yo le voy a llevar la contraria (qué cabezudo he sido siempre) : saco mi rotulador y le dibujo a la pobre chica un paraguas ( ¿no voy a dejarla mojarse toda la noche, no? Que uno no tiene un buen día pero tiene su corazoncito...)
Al día siguiente vuelvo a la estación, y cuál es mi sorpresa al descubrir un nuevo dibujo...
El dibujante callejero sigue empeñado en que la chica se moje, por lo que ha aparecido en el cartel un taxi pintado con todas las intenciones de mojarla al pasar por encima de un charco...
¡Pues no le voy a dejar salirse con la suya, ahora mismo dibujo a un hombre, elegante y bien vestido, entre la chica y el charco! Y...¿Por qué no? Voy a dibujar también un interrogante lleno de intenciones: quiero saber quién es el improvisado artista que está haciéndo que me ilusione cada vez que bajo al metro...
Por la noche no puedo dormir... ¿Con qué me toparé mañana cuando me acerque al cartel? Jamás un anuncio publicitario me había provocado tanta excitación...
¿Quien serás, misterioso artista? Te admiro, porque tuviste el valor de expresar y mostrar las nubes de tu corazón en un lugar que estaría expuesto a miles de personas... ( ¡mira, un poco como un blog!, ya tenemos algo en común...)
Me levanto más temprano que de costumbre, nervioso, y a los pocos minutos estoy camino de la estación... Cuando llego no puedo evitar quedarme con cara de auténtico tontorrón al mirar el cartel: ¡Has tranformado con la magia de tu rotulador mi interrogante en un corazón!
Paso todo el día pensando, montándome mi historia en la cabeza (una historia que posiblemente no tenga ningún sentido, ningún principio ni ningún final, pero que es mi historia al fin y al cabo)
Y por la noche, al salir del trabajo, la calle está vacía y solo hay una persona al otro lado de la acera, y presiento que probablemente seas tú.
Está lloviendo a cántaros, y me acerco por tu espalda y te cubro con mi paraguas para evitar que te mojes... Y entonces tú te das la vuelta. Y me miras. Y te miro. Y pasa un taxi a nuestro lado, y probablemente nos moja. Y sonreímos. Y entonces percibo ese Shine que tanto anhelaba, el brillo de tus ojos...



P.D: Link al vídeo:

http://www.virgin.net/music/musicvideos/danielpowter_badday_hi.html

domingo, febrero 26, 2006

Mundo animal

Alguien me dijo una vez que desconfiara de las personas a las que no les gustaran los animales, porque probablemente no tuvieran demasiado buen fondo, y creo que ese alguien tenía toda la razón...
Con esto no me refiero a toda la gente que no tiene animales en su propia casa (porque no les dejan tenerlos, o les tienen alergia, o no les pueden dedicar el tiempo suficiente, o simplemente no les parece higiénico tenerlos en un piso...), sino a aquellas personas que no muestran ningún cariño o aprecio hacia los "bichos" en general.
Esta teoría no está científicamente demostrada, por lo que podría tener numerosos fallos (quizá exista alguna bellísima persona con el resto de su especie, pero que después caze linces furtivamente, o grabe en vídeo las matanzas de focas como un bonito recuerdo, aunque lo dudo tanto...)
Yo tengo dos perros, uno en casa de mi madre y otro en la casa de mi padre, y me parecen los "seres" (no sé como llamarlos) más inteligentes y agradecidos del mundo: son los que primero vienen a saludarte cuando llegas a casa, los que más se alegran en cuanto les dices cualquier tontería, y los que siguen yendo a buscar la pelota cuando ya se la has lanzado cuarenta veces...
Uno de ellos es un golden retrièver, y se llama Golden (abstenerse comentarios sobre la originalidad durante el bautizo... jajaja), y el otro es un teckel, y se llama Gus (de Gusanito, porque es un bicho alargadísimo)
Golden es más mayor, lleva con nosotros unos seis o siete años, así que es mucho más tranquilo que el otro. Es un buenazas, creo que es el "ser" con menos maldad que he visto en toda mi vida...
Gus es un recién llegado, lo tenemos desde septiembre... Llegó siendo un canijo, y en parte sigue siéndolo porque es una raza bastante pequeña, ¡pero es para comérselo! Tendríais que ver como mueve el culo cuando anda... es supergracioso. Y lo que más le gusta es estar tumbado boca arriba, se podría pasar la vida entera así jaja
Bueno, os pongo unas fotillos para que los veáis!
En las dos primeras sale Gus de cachorrito total, en una está abriendo las bolsas de la compra, y en la otra sale con cara de pena (le encanta ponerla) conmigo de fondo, en plan veraniego-marinero jeje
Las otras dos son de Golden, como habréis podido imaginar... En una está con su juguete preferido, una botella de agua vacía (le gusta muchísimo más que cualquier juguete específico para perros, es de gustos sencillos...) y en la otra está en el parque, secándose después del baño.
¡Un besote a todos, espero que os gusten!







jueves, febrero 23, 2006

Mi sitio, el tuyo, el vuestro...

Nos pasamos la vida entera buscando nuestro sitio, tratando de encontrar ese rinconcito del mundo en el que nos quieran, y en el que podamos querer y sentirnos protegidos, aceptados...
Hay ocasiones en las que creemos encontrar ese anhelado lugar, pero muchas veces resulta ser tan sólo un espejismo que termina rompiéndose en mil pedazos.
Pasamos por la vida de muchas personas de forma transitoria, tangente, fugaz, y todo lo que una vez ocupó tus días, tus noches, tus pensamientos, desaparece sin más, se transforma...
Poco a poco he ido descubriendo que existe un sentimiento mucho más generalizado de lo que en principio se pudiera pensar, y que consiste en creer que todo el mundo de nuestro entorno ha encontrado su sitio, que han ido ocupando las parcelas en su propia vida y en las de los demás, menos nosotros.
Pero después hablas con muchos de aquellos que considerabas bien "situados", y descubres que ellos se sienten tan perdidos y desorientados como tú, y que pensaban que tú también eras de los que habían encontrado su "sitio"...
¿Dónde estará nuestro sitio? ¿Cuándo lo encontraremos? ¿Y si alguna vez lo tuvimos y lo dejamos pasar? ¿Y si lo tenemos en este mismo momento y no nos damos cuenta? ¿Y si no existe? ¿Y si realmente no tiene importancia?
Cuánta pregunta, cuánta desubicación...

miércoles, febrero 22, 2006

Si tú quieres

Si quieres quítate esa máscara y deja de hacerme creer que todo va bien. Si quieres muéstrate ante mis ojos en tu vulnerabilidad, en tu frágil belleza. Si quieres cógete de mi mano y juntos trataremos de encontrar el camino de vuelta a casa. Si quieres agárrate fuerte a mí para no caer de nuevo. Y si finalmente caes, entonces caeré contigo. Caeremos los dos, pero sólo si tú quieres...

martes, febrero 21, 2006

Instantes

Lo prometido es deuda... así que aquí están algunos de los momentazos del fin de semana!
El pelo la verdad es que no se ve mucho en las fotos, en algunas parece que lo lleve muy corto, y en otras no, depende del lado en que me cogieran jajaja
Por cierto, debo decir que no soy en absoluto fotogénico, pero bueno... que cada uno juzgue por sí mismo! (Si pinchas en las imágenes creo que se ven más grandes)
P.D: No he conseguido que se vean dos fotos en la misma línea, así que ha quedado un post superlargo jajajaja
¡Besos!









lunes, febrero 20, 2006

Madrid Connection

Bueno, pues ya estamos de vuelta por aquí mi maleta y yo...
El fin de semana ha estado bastante bien, me hacía falta cambiar de aires (aunque fuera por tan poco tiempo) y así desconectar un poco de mi pequeño mundo de los últimos meses, de los mismos sitios, gente, horarios...
El finde ha tenido sus cosas buenas y sus cosas un poco más regulares (como la vida misma) pero bueno, me quedo con la parte positiva que es la que más me interesa.
Llegamos a Madrid el viernes por la noche, después del palizón de viaje en autobús, y como era bastante tarde y estábamos cansados, cogimos un taxi hacia Nuevos Ministerios, improvisamos una cenita por casa y después a la cama.
Al día siguiente ya nos acomodamos un poco más en el apartamento (un micropiso de 29 metros de mi padre en pleno centro, que nos sirvió de base estratégica para nuestras "misiones" por la capital jaja)
Llenamos la nevera de comida, y luego nos fuimos en plan turístico por la ciudad. Entre otras cosas hicimos un montón de fotos, así que cuando estén en mis manos (el miércoles o así) ya colgaré alguna por aquí...
Ya por la tarde nos fuimos al teatro (el eje central del finde). Fuimos a ver la obra que dirige Isabel Coixet en el Teatro Fígaro, 84 Chaning Cross Road.
Qué decir de aquello... un lujo, simplemente impresionante. Un único escenario, dos actores como la copa de un pino, y hora y media repleta de sentimientos a flor de piel... Os la recomiendo. Consiguió ponerme la piel de gallina y me dió mucho que pensar, así que por mi parte tiene un post asegurado...
Después cenamos en plan baratillo (cosas del presupuesto, habrá que dejar el Gula Gula para próximas visitas), y nos fuimos a tomar algo por Chueca.
Primero estuvimos en plan tranquilo en el café Acuarela. Me gustó bastante la decoración en plan antiguo, y el altar con el angelote macizo jajaja. Y nada, nos tomamos unos tés y cafés con leche y después buscamos algo más movido....
Llegamos a un bar bastante horrendo lleno de una fauna y flora de lo más variada. Como no triunfaba mucho el local nos terminamos la copa y nos marchamos al Liquid, que me había recomendado un amigo y que, por cierto, acertó de pleno (nada más entrar subidón con la Terremoto de Alcorcón, no me esperaba escucharla en un sitio así jajaja)
Unas cuantas copas y botellines después, el bar se puso hasta las tetas (muy lleno) y como estábamos un poquito cansados de empujones y miradas nos fuimos a buscar algún otro garito... Acabamos en el Noche y Día, creo que se llamaba, que estaba llenísimo de tías, y nosotros jajaja. Nos lo pasamos bien, pero nos volvimos pronto porque hubo algún que otro mal rollo (en el que no estuve implicado), y que se queda como una anécdota sin importancia.
Y el domingo... pues no hicimos gran cosa porque nos levantamos bastante tarde y espesos... Así que a recoger el piso y a marcharse a la estación en metro con la Samsonite (cómo pesa la cabrona de ella...)
Y nada, aquí estoy, con cero euros en la cartera, y haciéndome a la idea de que empiezan las clases... pero "que me quiten lo bailao" jajaja
¡Besos a todos!

viernes, febrero 17, 2006

Cosas que odio

Hay determinadas cosas, que aunque parezcan muy tontas, consiguen ponerme de mal humor (pero sólo temporalmente, porque en el fondo soy un cacho de pan...)
_ Los despertadores, en todas sus variantes. Su esperanza de vida en mis manos suele ser muy breve, tarde o temprano acabo vengándome de ellos.
_ Mojarme las mangas cuando me lavo las manos, y después notar durante dos horas la humedad en las muñecas.
_ Perder el autobús por cinco milésimas de segundo, y entonces pensar que habría llegado si no hubiera perdido tres veces el móvil y las llaves antes de salir de casa...
_ Pensar que llego tarde y después estar esperando veinte minutos...
_ Romper mi reloj al pegarle a la máquina de la facultad para que me dé mi Kit-Kat, o que al menos me devuelva mi dinero...
_ Dejarme la bufanda olvidada en cualquier sitio absurdo
_ Mancharme la ropa justo cuando iba a salir de casa
_ Despertarme con la oreja pegada a la cara (cómo duele...)
_ Pensar todo el día que es viernes, y que alguien te diga que no te flipes, que todavía estamos a jueves (o miércoles, peor aún)
_ Llamar por teléfono a tu mejor amiga, que cuando te contesten pienses que es ella, y sueltes alguna bastardada, y entonces su madre te diga: "Un momento, ahora se pone..."
_ Comprarte algo de ropa, y que cuando te la pruebes delante del espejo de tu cuarto descubras que te queda horrible
_ El grano traicionero que aparece en la frente siempre que tienes algo importante que hacer con mucha gente (véase bodas, cenas de navidad...)
_ Salir de casa y a los cinco minutos tener una necesidad imperiosa de hacer pis.
_ Pedir un cortado en cualquier cafetería, que te lo sirvan a trescientos grados, y te quemes el esófago o te pegues tres cuartos de hora mirándolo...

La lista podría extenderse hasta el infinito, pero mejor la dejo aquí...
Y a vosotros... ¿qué es lo que realmente os saca de vuestras casillas? ¿Qué pequeñas cosas hacen que se os lleven los demonios y saquéis el monstruo que lleváis dentro?
¡Besos de odio! jajaja

miércoles, febrero 15, 2006

Rosas, cervezas y carcajadas

Acabo de llegar a casa después de dos días sin parar quieto... Y estoy cansado pero feliz.
Ya ha pasado el día de San Valentín, y el recuerdo que me queda no podría ser más dulce, ha tenido todo lo que le podía pedir...
Por la mañana madrugué para ir a cortarme el pelo (mi peluquera es como mi hermana mayor, me conoce desde los 10 años y se sabe toda mi vida), nos tomamos un café y decidí arriesgarme y cambiar un poco de imagen... La verdad es que el resultado me encanta: me he hecho un corte asimétrico, con uno de los lados muy muy corto, y el otro lado todo desfilado hacia delante... La parte de arriba tiene una parte echada hacia un lado, y el resto hacia arriba... y después en la parte de detrás de la cabeza una zona está muy corta también, como en diagonal, y el resto todo desfilado...
Después fuí a ponerme un poco morenito (no iba a rayos desde hace un año, y la mujer que trabaja allí me cae genial), y luego cogí el bus para ir a casa de mi novio...
Allí preparé la comida, algo sencillito, que con tanta cosa no me daba tiempo... Esperé a que volviera de trabajar, y cuando entró por la puerta se encontró en la entrada con una rosa que le había comprado un rato antes (no es muy original, la verdad, pero me pareció un detalle bonito y no se me ocurría nada más...)
Bueno, pues un par de horas más tarde me pasé por la facultad para saludar a dos amigas que salían de un examen (el último que tenían).
Nos fuimos a tomar algo, y poco a poco se nos fueron uniendo más amigos... Empezamos a sacar cañas, cañas con limón, tubos, jarras, algún que otro white label... (en plan desayuno con María Jiménez total).
Como ví que la cosa se iba a alargar bastante, llamé a casa para decirles que no me esperaran levantados...
Y qué mas decir, pues que las carcajadas y las tonterías fueron en aumento, a la misma velocidad que el nivel de alcohol en sangre...
Al cabo de un rato nos fuimos a cenar (por tener algo sólido en el estómago, que si no...) Fui el encargado de elegir el sitio, y no es por ser petardo, pero acerté de pleno: la cena estuvo genial, nos atendieron superrápido y además salió barato...
Y nada, después de vuelta a los bares. Cuando ya cerraron todo (es lo que tienen los martes...) nos fuimos al piso de estudiantes de dos amigos, y allí seguimos la fiesta: más alcohol, risas, fotos, confesiones y música de Carla Bruni, Madonna y Cardigans, ¿qué más se puede decir?
Y así hasta las cinco de la mañana, que llegué a casa peor que Ortega Cano en la boda de Rociíto...
No sé como lo hago, pero todos mis San Valentines terminan convirtiéndose en San Ballantines tremendos...
Besos desde la resaca!