lunes, marzo 20, 2006

Incidentes de tráfico

El viernes por la tarde habíamos quedado para tomar algo en una taberna, y yo dudaba entre coger el coche o no. Finalmente lo cogí, y en plena hora punta (coincidiendo con la salida de muchos trabajos) el coche me dejó tiradísimo en el carril central de una de las entradas de la ciudad. Me quedé paralizado dentro del coche, intentando arrancarlo de todas las maneras posibles y viendo pasar coches a toda velocidad por los carriles contiguos...
Puse las luces de emergencia y pensé en llamar a Manuel y Virginia en plan S.O.S, pero me dí cuenta de que me había quedado sin saldo. Después de acordarme de la madre de Vodafone, salí a pedir ayuda a la chica del coche de detrás mío. Básicamente le dije que me acababa de sacar el carnet, que mi coche se había quedado como muerto y que no tenía ni idea de qué hacer.
La chica resultó ser un auténtico encanto, se bajó de su coche y me ayudó a empujar el mío hasta el carril de la derecha, junto con otro chico que apareció por allí, y que era extranjero y no le entendíamos nada, aunque era majísimo también. La chica (María Jesús, se llamaba) me tranquilizaba todo el rato, me decía que no pasaba nada, y me dejó su móvil para que llamara.
En ese momento apareció un coche de la policía, que se detuvo delante de nosotros y nos preguntaron si pasaba algo. Yo les expliqué que el coche estaba en plan relax, y la batería estaba K.O. y pasando de mí, y nos dijeron que pusiéramos los triángulos, porque no se nos veía. Subieron la ventanilla y ahí nos dejaron con un palmo de narices. Cabrones, podíais ayudar, que mira dónde estamos...
A los cinco minutos, y después de algún que otro lapsus de María Jesús (quiso empujar el coche con la primera marcha metida, cosa que no se puede, y puso el triángulo de emergencia entre su coche y el mío, con lo que no servía para NADA jajaja) llegaron Manuel y Virginia. Cuando aparecieron se llevaron un susto bastante enorme, porque vieron dos coches parados en vez de uno sólo, y claro, se pensaban que me había estampado con el otro, pero ya les dijimos que no, que no habíamos chocado, sino que me estaba ayudando, y nos pusimos manos a la obra. En ese momento nos despedimos de María Jesús, porque vió que ya estábamos un montón de gente y que yo ya estaba más tranquilo.
Manuel subió su coche a la acera, bien pegado al Ibiza, para que pudiéramos conectar las pinzas con las baterías de los dos coches y así arrancar el mío. Entonces probamos y al final conseguimos encender el motor. Todo esto dicho así suena muy fácil, pero de noche, con los nervios y la cantidad de coches que pasaban alrededor, era bastante más complicado...
Nada más subirme al coche (que ya estaba en marcha y con Virginia de copiloto) se me volvió a calar, porque con tanto entrar y salir se había enganchado la alfombrilla a uno de los pedales. Ahí sí que ya me desesperé, y después de descargar mis iras contra la alfombrilla y lanzarla al asiento trasero, pudimos volver a encender el coche y finalmente dejarlo aparcado en una zona segura, cerca de mi casa.
En fin, ni que decir tiene que para olvidar todo ese mal rato nos fuimos a tomar unas cañitas con limón, y que ese fue sólo el comienzo de un estupendísimo fin de semana ...

4 comentarios:

Anónimo dijo...

y no te estrellaste contra ningún árbol?¿?¿...solo faltó eso...un beso

Unknown dijo...

y yo con tres años de carnet, hace uno que vendí el mío y con un mono enormeee de seguir cogiendo coches y viajar a donde me lleven!!!

Algo así me pasó con mi coche también, pero yo siempre soluciono mis cosas solo aunque sumergido en miles de torpezas que me definen.

mucho que decir.

luigi dijo...

Ains! Yo me sali de la carretera al poco tiempo de tener el carnet, pero por fortuna no me paso nada, ni a mi ni al coche (bueno, tuvo q ir a ltaller pero por un ruidito, uno de tantos). Otro dia un arbol se cruzo mientras aparcaba y le hice unos pequeños arañazos. También me han roto la luna trasera. Me han multado por dejarlo en un sitio de taxis y lo último fue, que un dia que volvia ebrio de amor, dando marcha atras calcule mal y le parti el parachoques trasero. Pero bueno, ahi sigue, andando, a duras penas, pero andando.
Tu tranquilo, que te pasaran más cosas y no es plan. Y nada de cogerle miedo a conducir, que si no no vamos a ninguna parte. un beso desde el sur.

Naxo dijo...

Ufffffff, tengo que agradecerle de corazón a todas aquellas personas que me ayudaron a salir del apuro... En esos momentos se demuestra lo realmente buena que es alguna gente...
Besos automovilísticos a todos!
Por cierto, voy de culo últimamente... no tengo tiempo pa' ná... jejeje