lunes, marzo 27, 2006

No todo lo que es oro brilla

Sara tenía un corazón especial. Era un corazón grande, generoso, a todas luces envidiable. Pero también era un corazón difícil de llevar, debido a que ocupaba demasiado espacio.
Sara paseaba por las calles, llevando entre sus brazos su enorme corazón. Mientras caminaba, y a pesar de la dificultad que suponía llevar esa carga a cuestas, Sara sonreía al observar todo lo que iba surgiendo alrededor, y miraba a las personas que se cruzaban con ella con esa mezcla de dulzura e ingenuidad que desde siempre la habían caracterizado. En medio del frenético ritmo de aquella ciudad, Sara buscaba tranquilamente encontrar su sitio.
Durante horas Sara continuó caminando. No encontró nada. Tan sólo negativas, indiferencia, accesos denegados, puertas cerradas y miradas llenas de extrañeza y burla.
Por primera vez, Sara se sintió sola. Cansada, dejó de caminar. Su mirada se fijó en un punto indeterminado del suelo y comenzó a pensar. ¿Será mi culpa? ¿Por qué no consigo que alguien se fije en mí? ¿Qué es lo que hago mal?
Sara sentía que tenía mucho que decir, mucho que ofrecer, pero no encontraba la posibilidad de demostrarlo, ni a sí misma ni a los demás. Sara no tenía suerte.
Toda aquella gente que se cruzaba con ella eran incapaces de apreciar lo que se encontraba ante sus ojos. Sólo veían lo superficial: algo incómodo, que no resultaba sencillo de llevar, y que ocupaba demasiado espacio en los pequeños apartamentos de la gran ciudad. ¿Dónde iban a meter aquel enorme corazón? Además en el cine taparía la pantalla... tendrían que comprar una entrada de más... Y por supuesto, olvídate de montar en autobús, o cenar en un restaurante...
Esas personas no eran conscientes de que muchas veces lo que verdaderamente merece la pena no se encuentra a simple vista. Si hubieran dedicado al menos cinco minutos, hubiesen visto lo realmente maravillosos que eran Sara y aquel enorme corazón, y los primeros inconvenientes pronto hubieran quedado olvidados.
Mientras Sara pensaba, allí quieta bajo las luces de neón en aquella calle desierta, su corazón empezó a apagarse. Poco a poco, éste empezó a reducir su tamaño, hasta que ella fue capaz de mantenerlo sin dificultad entre sus brazos, como si de un bolso se tratase.
En ese momento apareció un chico, que con un "Señorita, ¿necesita ayuda?" sacó a Sara de su ensimismamiento. Ambos se miraron, y comenzaron una tonta conversación que les llevó a tomar un café a un bar cercano. Sara ya podía entrar en las cafeterías, porque su corazón había menguado significativamente, y ya no suponía un obstáculo para ello. Charlaron durante horas, pasearon, y la improvisada cita terminó más tarde con la promesa de seguir conversando al día siguiente. "A las ocho, en la puerta de mi casa."
El día siguiente llegó, y él (llamémosle... Mateo, por ejemplo) se dirigía a casa de Sara, cuando la vió desde el otro lado de la calle. Sara estaba en la puerta de su casa, esperando impaciente la llegada de Mateo.
Sara volvía a tener ese brillo especial en la mirada, y entre sus manos volvía a sujetar un enorme corazón: aquel que había perdido, y que gracias a Mateo había recuperado en su tamaño original. Mateo la observó desde lejos, dudó durante unos segundos, y se dió media vuelta para no volver a verla más. No fue capaz de enfrentarse a aquella situación, ni de reunir el suficiente valor para continuar adelante a pesar del gran tamaño de aquel corazón, y las pegas que pudiera conllevar.
Al cabo de unas horas, Sara asumió que Mateo finalmente no iría a recogerla. A pesar de ello, no dejó de sonreir. Continuó paseando, caminando, buscando.
Sara había aprendido mucho. Había recuperado la esperanza.




Link al vídeo: http://www.youtube.com/watch?v=GFyzJKUe0Bk&search=another%20chance

miércoles, marzo 22, 2006

Soñar despierto

Hoy, aunque me haga daño, quiero soñar despierto. Imaginar otra vida. Abrir mi baúl de espinitas clavadas e imaginarme a tu lado. Y pensar en tí, en tu sonrisa, y en lo que pudo ser y finalmente no fue. Imaginar que te vuelvo a ver, que nos volveremos a ver. Acortar distancias en mi cabeza. Y pensar que las chispas que un día cualquiera saltaron siguen vivas en alguna parte.
Soñar despierto. Tan sólo por unas horas.

lunes, marzo 20, 2006

Incidentes de tráfico

El viernes por la tarde habíamos quedado para tomar algo en una taberna, y yo dudaba entre coger el coche o no. Finalmente lo cogí, y en plena hora punta (coincidiendo con la salida de muchos trabajos) el coche me dejó tiradísimo en el carril central de una de las entradas de la ciudad. Me quedé paralizado dentro del coche, intentando arrancarlo de todas las maneras posibles y viendo pasar coches a toda velocidad por los carriles contiguos...
Puse las luces de emergencia y pensé en llamar a Manuel y Virginia en plan S.O.S, pero me dí cuenta de que me había quedado sin saldo. Después de acordarme de la madre de Vodafone, salí a pedir ayuda a la chica del coche de detrás mío. Básicamente le dije que me acababa de sacar el carnet, que mi coche se había quedado como muerto y que no tenía ni idea de qué hacer.
La chica resultó ser un auténtico encanto, se bajó de su coche y me ayudó a empujar el mío hasta el carril de la derecha, junto con otro chico que apareció por allí, y que era extranjero y no le entendíamos nada, aunque era majísimo también. La chica (María Jesús, se llamaba) me tranquilizaba todo el rato, me decía que no pasaba nada, y me dejó su móvil para que llamara.
En ese momento apareció un coche de la policía, que se detuvo delante de nosotros y nos preguntaron si pasaba algo. Yo les expliqué que el coche estaba en plan relax, y la batería estaba K.O. y pasando de mí, y nos dijeron que pusiéramos los triángulos, porque no se nos veía. Subieron la ventanilla y ahí nos dejaron con un palmo de narices. Cabrones, podíais ayudar, que mira dónde estamos...
A los cinco minutos, y después de algún que otro lapsus de María Jesús (quiso empujar el coche con la primera marcha metida, cosa que no se puede, y puso el triángulo de emergencia entre su coche y el mío, con lo que no servía para NADA jajaja) llegaron Manuel y Virginia. Cuando aparecieron se llevaron un susto bastante enorme, porque vieron dos coches parados en vez de uno sólo, y claro, se pensaban que me había estampado con el otro, pero ya les dijimos que no, que no habíamos chocado, sino que me estaba ayudando, y nos pusimos manos a la obra. En ese momento nos despedimos de María Jesús, porque vió que ya estábamos un montón de gente y que yo ya estaba más tranquilo.
Manuel subió su coche a la acera, bien pegado al Ibiza, para que pudiéramos conectar las pinzas con las baterías de los dos coches y así arrancar el mío. Entonces probamos y al final conseguimos encender el motor. Todo esto dicho así suena muy fácil, pero de noche, con los nervios y la cantidad de coches que pasaban alrededor, era bastante más complicado...
Nada más subirme al coche (que ya estaba en marcha y con Virginia de copiloto) se me volvió a calar, porque con tanto entrar y salir se había enganchado la alfombrilla a uno de los pedales. Ahí sí que ya me desesperé, y después de descargar mis iras contra la alfombrilla y lanzarla al asiento trasero, pudimos volver a encender el coche y finalmente dejarlo aparcado en una zona segura, cerca de mi casa.
En fin, ni que decir tiene que para olvidar todo ese mal rato nos fuimos a tomar unas cañitas con limón, y que ese fue sólo el comienzo de un estupendísimo fin de semana ...

viernes, marzo 17, 2006

Negarse

Errores
Silencio
Locura
Echarte a un lado
Confiar
Esperar
Dejarte a un lado
Dudas
Decepción
Hacerte a un lado
Aprender
Olvidar
Fantasmas del pasado
Nostalgia
Vacío

Supongo que es algo habitual.
Incluso me imagino que es lo normal.
Pero me niego a creer que esto sea la vida para mí.

miércoles, marzo 15, 2006

Tu chico ideal

No, yo no soy tu chico ideal, ni he venido aquí para hacerte feliz. Porque no, yo no estoy dispuesto a cambiar, ni he querido ser así por casualidad.
Y hubo, sí, hubo un tiempo en que mi mundo eras tú, y no veía más allá de tus gafas de pasta diseño italiano, y pensé que serías distinto a los demás, pero qué decepcionante fué creerte interesante...
Y todavía hay música en el bar, y aún quedan canciones para mí, hoy no me tendrás que acompañar, te he comprado un billete, tu billete de vuelta a casa...
No, no voy a esperar ni un minuto más, y tendrás que suicidarte si esperas un romántico final, porque yo no soy tu chico ideal, ni tú tan diferente del resto de la gente.
Y ya no hay más versión original, ni quiero oír tus discos en francés, hoy no me tendrás que impresionar, te he comprado un billete....
Y el mundo no se va a acabar, y aún quedan canciones para tí, te he comprado un billete, tu billete de vuelta a casa, porque yo no soy tu chico ideal...

lunes, marzo 13, 2006

Simplemente amor

Hace ya varios meses pasé la noche ingresado en las urgencias de un hospital cualquiera de mi ciudad (por ahí circula alguna foto que acredita lo estupenda que me quedaba la bata azul con el culo al aire...)
Durante esa noche circularon ante mis ojos numerosas imágenes que para mí personificaban el amor. El auténtico amor, con todas sus variantes y matices.
Desde mi cama pude observar cómo a mi lado un chico joven cuidaba con esmero durante horas a su novia, y cómo con impotencia trataba de aliviar el sufrimiento de ésta. Le servía un vaso de agua, le secaba la frente, le colocaba mejor la almohada. Y la miraba. La miraba con el miedo de que ésta pudiera desaparecer. Les quedaban tantas cosas por hacer juntos...
Mientras tanto una señora daba conversación a su hermana o amiga, que estaba postrada en la cama, tratando de hacerle esas horas un poco más agradables, amenas, llevables en su compañía. Y le acompañaba al baño, y le hablaba de lo que bien que lo pasarían en cuanto salieran de aquel lugar...
También pude ver cómo mi madre recostaba su cabeza sobre mi cama, toda la noche junto a mí, intentando parecer tranquila, aun cuando estaba mucho más nerviosa que yo. Y cómo se negó ante mi insistencia a marcharse aunque fuera para dormir un par de horas, siendo que al día siguiente entraba muy temprano a trabajar.
Y también recuerdo cómo Manuel me daba la mano, y me llamaba después al móvil cada hora (y yo se lo cogía disimulando, y hablando bajito porque allí no se podía) Y cómo yo trataba de quitarle hierro al asunto, porque con una sonrisa y un par de frivolidades todo parece volverse más sencillo. Y también cómo muchas personas vinieron a verme (algunas desde muy lejos), e interrumpieron en ese momento sus vidas para interesarse por mí...
Al día siguiente yo volví a mi casa. Jodido, pero volví.
Y mientras me marchaba de aquella sala no pude evitar mirar a mi alrededor, y desearle a todas aquellas personas lo mejor...

sábado, marzo 11, 2006

Horror

Ya han pasado dos años, y sigo recordando todo aquello como si acabara de ocurrir.
Aquel fue un día en el que todos cambiamos, nos volvimos más frágiles, más vulnerables.
Ese día también descubrimos lo mejor y lo peor del ser humano. Nos dimos cuenta del horror, de la injusticia que abofeteó nuestra cara, pero también pudimos comprobar cómo la gente se funde en un abrazo en la desgracia, y cómo en las situaciones límite las personas tratan de ayudarse en todo lo que está en sus manos...

Recuerdo que estábamos en clase, un jueves aburrido como tantos otros. También recuerdo que las noticias empezaron a llegar hasta nosotros poco a poco, en cuentagotas, durante los intercambios de las clases.
También me acuerdo que ante la magnitud de la situación nos echamos a las calles. Y que pensé que mi padre tenía que pasar por Atocha ese mismo día, para volver a casa el fin de semana. Y recuerdo el sudor frío por mi espalda, y cómo me dirigí a una de las cabinas de teléfonos de la facultad para intentar saber algo de él, porque siempre me quedo sin saldo cuando más lo necesito.
También tengo grabada en mi cabeza la imagen de mis amigos mirándome con esa cara de tensión, de preocupación mal contenida. Y los nervios, y la patada que se llevó la cabina, como si ella tuviera algo de culpa de todo lo que ocurría...
Yo fui un afortunado, finalmente hablé con él. Todo estaba bien. Escuché su voz, y él escuchó la mía.
Muchas personas no tuvieron esa misma suerte.
A todas ellas va dedicado este post, y las lágrimas mientras lo escribo.

jueves, marzo 09, 2006

Emociones

Pasamos la vida entera pendientes de entregar el aburrido informe anual de la empresa, pensando en las horas extra que haremos ese día para el jefe, o agobiados mientras preparamos los próximos exámenes y terminamos ese documento que ya tendría que estar hecho...
En esta sociedad vivimos tan deprisa que no encontramos tiempo para dejar espacio a las emociones.
En el idioma persa existen 80 formas diferentes para hablar del amor. Nosotros, sin embargo, muchas veces somos incapaces de decir a tiempo un simple "Te quiero".
Termina el invierno, y vemos como algo completamente inverosímil el desnudar nuestra alma ante los demás, y reunir el valor para decirles que lo sentimos, que hemos fallado, que les echamos de menos, o que nos alegramos de volver a verles, o que ojalá les vaya muy bien, y que nos han alegrado el día, o un sencillo y bonito "gracias por todo"...
Pasan los días, implacables, y no lo hacemos.
Aunque, eso sí, nos encargamos de que el resultado contable del último ejercicio esté sobre nuestra mesa a las 8:00, tal y como se espera de nosotros...

lunes, marzo 06, 2006

Un poco de todo

Hay personas que vuelven a casa por Navidad. Yo vuelvo a la mía los lunes, por las clases...
El viernes a última hora de la tarde terminaron la conferencias, que al final se hicieron muuuuuy pesadas. Como estábamos bastante cansados, en las últimas charlas empezamos a portarnos un poco/bastante mal, pero es que en algo había que entretenerse: estuvimos hablando, dibujando cosas absurdas en las hojas de apuntes, descojonándonos sin que se nos viera demasiado, resolviendo sudokus, haciendo alguna foto, y yo terminé atacando a una de mis amigas con mi colonia (que la llevaba en la mochila), como si fuera un spray anti-violador jajaja.
Y pensaréis: ¿Y la gente no nos decía nada? Pues no, pasaban bastante, porque o estaban dormidos, o igual de aburridos que nosotros, así que se entretenían viendo cómo hacíamos el idiota.
Salimos de las jornadas y llegué a casa con el tiempo justo para ducharme, cambiarme de ropa, y coger el coche hasta casa de mi novio. Allí piqué algo y nos fuimos corriendo, porque habíamos quedado con dos amigos y llegábamos ya bastante tarde...
Llegamos al bar cuando estaba terminando un concierto en plan alternativo, y estuvimos allí tomando las primeras copas. Al cabo de un rato nos fuimos al ambiente, Paradys y Versus (no aparecíamos por allí desde el verano pasado) Y nada, un poco lo de siempre, las mismas caras, la misma música, saludamos a un montón de gente... pero sobre todo nos echamos muchas muchas risas.
Desde hace un mes o así, en Zaragoza han prohibido que los bares estén abiertos a partir de las 4 y media de la mañana, así que a esa hora tuvimos que desalojar...
Nos marchamos a una discoteca, Reset, en la que yo no había estado nunca y que debía ser lo único que estaba abierto en toda la ciudad... y después nos fuimos a desayunar un buen chocolate con churros (no sé cuántos me comí, porque estaba muerto de hambre y además estaban buenísimos...)
El resto del fin de semana ha sido bastante más tranquilo... El sábado (de resaca) quedamos con una amiga y fuimos a un vivero a comprar plantas para la terraza. Fuimos con mi coche, y entre otras cosas choqué con una palmera (que, por cierto, estaba a la venta y valía un pastón) al aparcar en el vivero, pero no la tiré al suelo ni nada y además no se vió mucho. Después elegimos una planta y descubrimos que apestaba, y estuvimos escogiendo dos pinos pequeñitos (uno para cada lado de la puerta de entrada) de entre varios cientos para después no comprarlos...
En fin, sin comentarios jaja. Al final nos fuimos con el Ibiza cargadísimo de plantas, tierra, macetas... Me lo pasé bastante bien allí, y con tanto estar entre vegetación (suena como si hubiéramos en la Amazonia, pero es que somos unos mariquitas muy urbanos y estas cosas nos emocionan jaja) , me han entrado ganas de marcharme a la montaña, así que voy a empezar a planear una escapada de fin de semana a Jaca...
El domingo (osease, ayer) tuve comida familiar con mi padre y su mujer y tal, y después ya me marché y estuvimos viendo La vida secreta de las palabras, que ya ha salido en DVD y yo no la había visto todavía (sacrilegioooooo). Qué peli más triste, por Dios... Y como se me hizo un poco tarde pues decidí alargar el fin de semana hasta hoy por la mañana, que he vuelto a casa (pero sólo he estado aquí una horita, lo suficiente para arreglarme y marcharme a clase...)
En fin, a ver si descanso un poco esta semana que este ritmo me va a matar!
Un besito!!!!

jueves, marzo 02, 2006

Mujeres

Esta semana me he apuntado con cuatro amigas a unas jornadas que se engloban bajo el nombre "Mujeres, presencia y ausencia en lo cotidiano", y que han comenzado hoy por la mañana.
Y diréis: ¿qué coño se le ha perdido a este chico allí? Pues la razón de habernos apuntado es para conseguir 2 créditos de libre elección en tan sólo 2 días, y a un precio realmente asequible (¡10 euros, frente al curso de iniciación a la lengua de signos que queremos hacer en verano, que vale más de 120 euros!) Tengo que decir que para terminar la carrera tengo que conseguir 30 créditos de ese tipo, así que me voy a hinchar de hacer cursos de todo tipo...
Esta especie de cursillo lo hacemos en el Paraninfo, que es el edificio oficial que utiliza la universidad para los actos importantes, y que es una mezcla de glamour, elegancia y decadencia a partes iguales: es el típico edificio antiguo, muy bonito (con sus lámparas de araña, su arquitectura clásica, los techos altísimos, las vidrieras de colores...) pero que no está demasiado cuidado.
Hoy llevábamos un cachondeo tremendo caminando sobre la alfombra roja que hay... Cada vez que entrábamos o salíamos, nos "pedíamos" entre nosotros ser un actor/actriz/personaje famoso (sí, sé que no suena demasiado maduro, pero nos echábamos unas risas...)
Yo me he pedido ser Charlize Thèron, Yoko Ono, Verónica Forqué, el cerdito de George Clooney y la hija adoptada y posterior mujer de Woody Allen... Mis amigas han optado por personajes de la talla de Sisí Emperatriz, Paris Hilton o George Clooney (son más espabiladas que yo, ellas le prefieren a él que a su caca de mascota jaja)
Otra cosa supergraciosa es que prácticamente no estamos ningún chico, estamos allí en plan peligro de extinción total, como el lince (no seremos ni el 5%), y claro, la ventaja que tiene es que no hay nada de fila en nuestro baño (en el de tías había una fila de impresión, pero mis amigas se han colado en el de chicos, que son muy valientes jaja)
Bueno, que se me va la cabeza! Pues estas jornadas están formadas por una serie de conferencias que imparten catedráticos de la universidad, médicos, psiquiatras... sobre diferentes materias. Hoy, por ejemplo, hemos tratado temas como la defensa de los derechos de la mujer, la situación de las mujeres en el mercado de trabajo en España, políticas de conciliación de la vida familiar y laboral, el acoso psicológico y sexual, el estrés, la depresión...
La verdad es que algunas charlas han sido interesantes, pero alguna otra ha sido un auténtico coñazo... Las cosas que saque en claro de estos días ya las compartiré con vosotros aquí, si veo que merecen la pena. Y si hacemos alguna fotillo, pues también.
Y nada, ahora he llegado a casa, agotadísimo, porque llevamos desde las 9 de la mañana allí, y no hemos terminado hasta casi las ocho y media de la tarde... Una paliza, porque además tenemos que coger apuntes para hacer un trabajo-resumen sobre las jornadas (yo he cogido hoy un total de once folios de apuntes por las dos caras, y llevo la mano destrozada...) Así que nada, me voy a descansar que mañana será parecido!
¡Un besote!