No hay nada como esas tardes en las que ríes con fuerza. Puede ser en clase, en los pasillos de la facultad, en cualquier cafetería o en plena calle. Pero te ríes con esa fuerza que te caracteriza. Te ríes, y en ese momento poco o nada importa lo demás... solo tú, tu risa y yo. Te ríes con fuerza, con franqueza, y la gente alrededor nos mira (envidiosos...), y me contagias con tu risa. Y río. Y ríes. Y entonces tropiezo, y nos volvemos a reír...
viernes, enero 27, 2006
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7 comentarios:
bufffff.....me ha ocurrido...pero yo no me podía reir,por miedo a que me viera
No hay nada más bonito que una sonrisa sincera.
No tengas miedo a que el resto oigan y vean tu risa. Ilumínales con ella, que vaya por delante de tí.
pero si esa sonrisa no es devuelta...sirve de bastante poco,aunque aún me sigo recreando comtemplandola,nunca he visto una sonrisa así..buff...joder es que tendrias que verla...Rubn
Si es una sonrisa que no es capaz de responder a la de otra persona, con seguridad no será una sonrisa bonita...
De todas formas, ya sabes lo que dicen por ahí: nunca dejes de sonreir, porque nunca sabes quíén se puede enamorar de tu sonrisa...
Un beso y una sonrisa ;)
jo! qué bonito! pues eso, que sigais sonriendo los dos, y los envidiosos... pues que se aguanten!
Rubencillo... sonríeeeee!
Pues yo creo que junto a un abrazo en el momento adecuado, lo más bonito es ver sonreir a las personas que quieres, así que que se repitan muchos días como el que cuentas ;)
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